Llevo varios días atascado

Llevo varios días atascado. Esta vez no le puedo echar la culpa a la densidad de la tinta ni a que la punta del bolígrafo ha fenecido. Ni siquiera hay un complot de las teclas de mi portátil para traducir al transparente mis letras. No puedo excusarme tampoco en la tristeza porque no estoy nada triste ni taciturno (melancólico sí, porque en eso soy un auténtico profesional que no desfallece ni un solo día). Mucho menos puedo achacar mi sequía a la falta de noticias noticiables y noticiosas, porque estos días están siendo prolijos en sucesos malos, pésimos y aún peores (espionajes, corruptelas, asesinatos, muertes de inmigrantes, crisis, crisis, crisis, crisis…). Hasta Aznar vuelve a la palestra diciendo que no le importaría formar parte de alguna candidatura para la presidencia del Real Madrid (ya lo que os faltaba…). Hoy quería escribir sobre los inmigrantes muertos, la mayoría menores de edad, en el mar, pero he optado por el silencio. A veces pienso que cuando me callo es cuando mejor me expreso.
Llevo varios días atascado y no es una simple metáfora. Es más bien una descripción física (que no escatológica, que os veo venir…) a nivel cerebral o poral (de poros, de poros…).
Tengo un atasco de entrada porque estoy leyendo mucho, quizás demasiado. Estoy enfrascado en un montón de manuscritos de gente que quiere publicar con Editores Policarbonados. Hay de todo, pero la satisfacción de encontrar auténticos escritores en el buzón de la librería hace que no me pueda quejar (y espero que podamos publicar alguno de estos manuscritos). Apenas si puedo leer los libros que me he ido comprando y que ya forman un montón interesante. Ayer decidí darme un descanso editorial y me puse a leer “Sólo un muerto más”, la última novela de mi admirado Ramiro Pinilla (autor de “La Higuera”). A sus ochenta y tantos ha decidido volver a la novela policíaca (de joven escribió novelillas de quiosco bajo seudónimo) con la misma maestría con la que escribe todo y con un sentido del humor muy sutil que hace que me esté bebiendo las páginas.
Tengo un atasco de salida aún más importante. Se me agolpan dos proyectos de novelas largas, un proyecto de novela corta, los blogs… La novela corta creo que se ha rendido. Ha cedido a la presión de sus hermanas mayores. Eso sí, las otras dos, las largas, están luchando a brazo partido por ganarse mis favores…
Pues eso, que toda esta parrafada, simplemente, para decir que llevo varios días atascado.