El corazón helado

No, tranquilos, que no se trata de otra proesía melancólica. Mi corazón está estos días esparcido, pero ni mucho menos helado. Os voy a hablar de El corazón helado, la novela de Almudena Grandes, su última novela, que no novedad, ya que es del año 2007.
Cada vez me da más pereza embarcarme en la lectura de novelones (entiéndase como novelas cercanas a las 1000 páginas). De joven me descubrí con pasión Guerra y paz, Crimen y castigo o Anna Karenina y me cuesta mucho regresar a estas larguras sin sentirme decepcionado. Por ejemplo, tuve que dejar Las benévolas por la página 400, más o menos.
Tenía sin embargo muchas ganas de leer esta novela. Su temática no puede ser más vigente con todo lo que se está viviendo en los últimos meses con la ley de víctimas. Las críticas eran inmejorables y han ido acompañadas de varios premios de los no demasiado sospechosos. ¿El empujón? En escasos días me la recomendaron encarecidamente dos personas bien dispares. Por un lado mi buen amigo Emilio. Él vivió los últimos años del franquismo desde la lucha, tanto clandestina como pública. Ha leído mucho de lo publicado sobre la guerra y las posguerra y me dijo que era lo mejor que había leído sobre estas décadas de la historia reciente de España. Por otro lado, mi padre. Mi padre nació durante la guerra y es de ese tipo de personas que vivió ajeno a todo lo que estaba pasando, que ha ido descubriendo (y sigue haciéndolo) muchas cosas de las que se intentaban ocultar durante la dictadura. Mucha gente optó durante el franquismo por vivir. Simple y llanamente. Además, mi padre es un gran lector y me dijo que era una de las mejores novelas que había leído en mucho tiempo.
Así que no me quedaba otra que leérmela. E hice algo más que eso, me la bebí directamente. El corazón helado ha pasado a ser uno de esos libros que me han dejado huella. A lo largo de mi vida he leído mucha literatura buena, pero conseguir que una novela me marque, no me ha pasado tantas veces. Podría incluso hacer un listado de ellas. La penúltima que lo consiguió fue Mala gente que camina de Benjamín Prado.
El corazón helado narra la historia de dos familias desde la II República hasta nuestros días. Tanto la parte puramente novelesca como la parte más histórica enganchan. Es una novela con mucho ritmo que no se ampara sólo en un argumento atrayente, sino que cuida también la forma, con momentos realmente brillantes. Evidentemente Almudena Grandes escribe desde la perspectiva de una mujer de izquierda. No lo oculta, desde luego, pero tampoco peca de demagogia ni opta por una novela tendenciosa. Va más allá y eso hace que la novela crezca.
Es una novela con la que me he entretenido mucho, pero es que además he aprendido muchas cosas leyéndola. Hace poco lo dije y lo mantengo. Todas las medidas que se aborden para desarrollar la ley de víctimas y la memoria histórica no sólo valen para cerrar heridas, sino para aprender. Y quizás esto sea todavía más importante que lo primero.
Es una novela bastante cara, eso no lo voy a discutir (25 eurazos), aunque supongo que no tardarán en sacarla en edición de bolsillo, pero altamente recomendable. Siempre claro, asumiendo lo complicado que es recomendar un libro y que le guste a todo el mundo, por supuesto.
Y qué mejor colofón que los versos de Antonio Machado que dan título a la novela.

Españolito que vienes al mundo
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.