15 de abril de 2012

La soga


No es casualidad que la cuerda elegida para fabricar las sogas tenga unos pelillos que resultan muy molestos al contacto con la piel. Se trata de que el ahorcado agradezca que alguien por fin le libere del picor del cuello.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sé a lo que me recordaba ligeramente muy en el fondo estos desbarajustes que cuelgas!!!
Relatos lucianescos :)
Deberías quitarte la soga del cuello y releer Los sueños de Quevedo.

Küsschen