Como cada noche, esperó a que los empleados del supermercado sacaran la basura. Como siempre, observó a las personas que rescataban de las sobras aquello que todavía se podía comer. Por primera vez se acercó a los cubos cuando ya no había nadie merodeando. Apuró las gotas de un zumo, lamió los restos de un yogur, masticó una esquina de mortadela… Sonó la alarma de su iphone. Confirmó la hora en su Rolex. Se subió a su Jaguar. Se fue camino del restaurante paladeando la mezcla de sabores. Supuso, autocomplaciente, que en todos sus supermercados la calidad sería similar. Sonrió. Durante la cena podría tranquilizar por fin a su esposa, ya que en la ciudad donde vagabundeaba su hijo había cuatro establecimientos similares.
5 de octubre de 2010
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18 comentarios:
Oh por dios... De la compasión a la indignación y de ésta a la tristeza ....y sólo en 10 líneas.
Sin duda mariano eso es un control de calidad y encima generoso el tio donando los restos a los vagabundos.
¡Qué fuerte! Impactada me dejas. ¿De eso se trata, no? Muy bueno.
Besos, ya he cenado, gracias.
joer...
es magnífico.
Excelente.
Mira que no soy de elogios...
Muy bueno, tío, muy bueno... a mí también me ha subido la bilis, como a miss Ryder.
querías decir sonrío o sonrió???
La verdad es que iba a desayunar ahora pero lo voy a dejar pa´un poco má tarde...
Un saludo
No está nada mal..
Alucinante quiebro. Olé.
Ya te lo han dicho. Pero es verdad. Qué bueno, XDXDXD!!
Saludos
L;)
Joe, la verdad es que es alucinante verlos esperar a que cierren los supermercados...
Y el quiebre del micro... al menos sabía que la calidad es buena...:) muy bueno, Mariano
Besicos
Aun a fuerza de ser pesada: me gusta. que ya te lo había dicho.
¡hala,
La intranquilidad e inseguridad permanente de los padres.
(Glosa: Esta amistad que usted está cimentando con la Sra. Casero, le librará de rastros de mortadela y de relamer vasos de yogúuu, pero le condenará de por vida a las conservas de tomate. )
¿Y los días de fiesta cuando no abren los supermercados?
¡Menudo elemento!...el hijo, digo...
Muy bueno, sí señor.
Muy bueno el giro final. Por un momento pensé que era un bienvestido sin dinero pero acudió el padre a depararnos toda una historia que perfectamente podría ser un corto de cine.
Salud.
Pues ya hay que ser retorcido, eh...
Muy bueno, Zurdito.
:)
Me gustó, sigue así.
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