Pues sí, queridos amiguitos y amiguitas, Metrodemadridinforma viene anunciando desde hace días paros convocados por diferentes organizaciones sindicales. Y sí, como siempre, los empleados han decidido que las horas de servicios mínimos les parecen pocas y ya han empezado con las huelgas encubiertas, práctica muy típica de este suburbano madrileño que nos ¿ayuda? a atravesar la ciudad por abajo. Hoy hay menos servicio y los trenes van más despacio. Al menos en las líneas que cojo a diario. No seré yo quien haga un alegato contra el derecho a la huelga, ni mucho menos. Lo cual no quita que me parezca indignante el incumplimiento sistemático de los servicios mínimos y estas triquiñuelas que se inventan para ejercer más presión a su empresa. Lo siento por los empleados del metro, pero es un servicio público del que dependemos muchas personas. Ya sufrimos a diario averías, retrasos, hacinamientos, y ahora nos toca pagar el pato también de las reivindicaciones laborales.
Llevo días mordiéndome la lengua. Hace tiempo que me prometí a mí mismo rebajar el contenido político de éste, mi blog, blog culto por antonomasia, de los de jersey de cuello vuelto y chaqueta de pana, donde mis barricadas pacíficas desentonan con la estética que se respira (o la entona, que ya no sé muy bien). Decía que llevo días mordiéndome la lengua, pero es que ya me sangra. Primero fue la campaña papal contra el preservativo y ahora la campaña de la conferencia episcopal española contra la ley del aborto (todo ello unido a la ya comentada miniciudad vaticana que nos van a endosar en las Vistillas). A ver como lo digo… Que estoy hasta los mismísimos cojones de las continuas intromisiones de la iglesia en la vida civil, sobre todo como, en este caso, si las injerencias se producen en el campo de la salud pública. Me parece muy bien que desde el púlpito conminen a los feligreses a no usar el preservativo y a no acudir a una clínica para practicar un aborto. Hasta me parece bien que ingenuamente se piensen que el cien por cien de sus feligreses y feligresas les hacen caso. Pero hasta ahí. Confunden moral católica y ley con una desfachatez que da asco. Propongo que empecemos una campaña para que se prohíban las exhibiciones ostentosas de copones de oro y de botafumeiros de plata. O para que prohíban el uso de cilicios porque son atentatorios contra la dignidad y la salud de la persona (o al revés, que les obliguen a ceñírselos un poco más). Y ya sin ironías, empecemos una campaña para llevarles a los tribunales por delitos contra la salud pública, porque señores de las sotanas, con el SIDA no se juega. Y con la dignidad y la libertad individual, en este caso fundamentalmente de la mujer, dentro de la legislación, tampoco.
Llevaba varios días por el barrio escuchando aquello de “¡El afiladoooooooooor!”, acompañado por la típica musiquita del chiflo que les ayudaba a presentarse. No sabía muy bien si era producto de mi imaginación, esa es la verdad. Pues hoy, después de escucharle (o imaginarlo) le he visto. Es un afilador en toda regla, a la antigua usanza, con su bicicleta, con su bata azul y con el cartel pegado a la maleta trasera en el que pone “Profesional, se arreglan paraguas”, porque antiguamente compaginaban las dos tareas, afilar cuchillos y tijeras y arreglar paraguas. Le he visto en plena faena, pedaleando para rejuvenecer unas desgastadas tijeras de pescado, mondadientes en ristre, concentrado en los aún romos filos de las hojas. Lo lógico es que todo hubiera tomado tonalidades de UHF y bandas sonoras de carta de ajuste y de NO-D. Pero, en vez de eso, la primavera ha explotado un poquito más. Quien me entienda, que me compre.
Llevo días mordiéndome la lengua. Hace tiempo que me prometí a mí mismo rebajar el contenido político de éste, mi blog, blog culto por antonomasia, de los de jersey de cuello vuelto y chaqueta de pana, donde mis barricadas pacíficas desentonan con la estética que se respira (o la entona, que ya no sé muy bien). Decía que llevo días mordiéndome la lengua, pero es que ya me sangra. Primero fue la campaña papal contra el preservativo y ahora la campaña de la conferencia episcopal española contra la ley del aborto (todo ello unido a la ya comentada miniciudad vaticana que nos van a endosar en las Vistillas). A ver como lo digo… Que estoy hasta los mismísimos cojones de las continuas intromisiones de la iglesia en la vida civil, sobre todo como, en este caso, si las injerencias se producen en el campo de la salud pública. Me parece muy bien que desde el púlpito conminen a los feligreses a no usar el preservativo y a no acudir a una clínica para practicar un aborto. Hasta me parece bien que ingenuamente se piensen que el cien por cien de sus feligreses y feligresas les hacen caso. Pero hasta ahí. Confunden moral católica y ley con una desfachatez que da asco. Propongo que empecemos una campaña para que se prohíban las exhibiciones ostentosas de copones de oro y de botafumeiros de plata. O para que prohíban el uso de cilicios porque son atentatorios contra la dignidad y la salud de la persona (o al revés, que les obliguen a ceñírselos un poco más). Y ya sin ironías, empecemos una campaña para llevarles a los tribunales por delitos contra la salud pública, porque señores de las sotanas, con el SIDA no se juega. Y con la dignidad y la libertad individual, en este caso fundamentalmente de la mujer, dentro de la legislación, tampoco.
Llevaba varios días por el barrio escuchando aquello de “¡El afiladoooooooooor!”, acompañado por la típica musiquita del chiflo que les ayudaba a presentarse. No sabía muy bien si era producto de mi imaginación, esa es la verdad. Pues hoy, después de escucharle (o imaginarlo) le he visto. Es un afilador en toda regla, a la antigua usanza, con su bicicleta, con su bata azul y con el cartel pegado a la maleta trasera en el que pone “Profesional, se arreglan paraguas”, porque antiguamente compaginaban las dos tareas, afilar cuchillos y tijeras y arreglar paraguas. Le he visto en plena faena, pedaleando para rejuvenecer unas desgastadas tijeras de pescado, mondadientes en ristre, concentrado en los aún romos filos de las hojas. Lo lógico es que todo hubiera tomado tonalidades de UHF y bandas sonoras de carta de ajuste y de NO-D. Pero, en vez de eso, la primavera ha explotado un poquito más. Quien me entienda, que me compre.
Pues eso, que besitos/azos y un abrazo zurdo para todos y todas.
16 comentarios:
Ostras, cuánto tiempo sin ser la primera, qué responsabilidad....
Para mí lo peor de estas campañas tan agresivas es que consiguen, en mi caso, un rechazo brutal, en primera instancia, hacia cualquier ente (ya sea persona o cosa) que huela a católico. Y no me gusta, pero son tan belicistas que me siento como en una guerra. Y mira que proclamo siempre el pacifismo, pero oyes, qué complicado me resulta lidiar con ellos.
Y encima, con todo el cinismo del mundo, no hay forma, al menos aquí en Madrid, de apostatar (lo he intentado y ahora me piden, por escrito, que les dé una fe de bautismo legalizada y no sé qué más movidas).
La primera y última vez que digo esto: Amén, Zurdo.
Besos.
"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti"
Mi lengua no sangra, zurdo, está en carne viva...
;(
Así que voy a ceñirme al último punto de tu entrada de hoy: el afilador. No creo que sea el mismo, pero te juro que yo el otro día oí también ese sonido tan característico. A ver si la próxima vez me da tiempo de salir con la cámara y le saco una foto.
:P
Suscribo todo lo demás, hombrepordios.
Besotes
El sonido del afilador me trae recuerdos gratos y es curioso, porque la mía no fue una infancia especialmente feliz.
Sobre la Iglesia ya no sé qué decir sin caer en el insulto, que es lo que ellos buscan.
Saludos cordiales. Petonets/assos.
Bueno, a ver cómo lo digo y que mese entienda.
De lo del metro, pues ná, que los de provincias no padecemos de ese problema, pero que tiene que ser terrible, y eso que a mí me encanta el metro de Madrid.
De lo de la iglesia y sus campañas y trapisonadas. A) Soy católico impracticante e impracticable. B) No estoy de acuerdo ni en lo del preservativii, ni en lo del aborto (con leves matices intrascendentes; o a lo mejor sí son trascendentes: creo que habría que pensar en dar alguna opción económica. A lo mejor hay mujeres que abortan por una cuestión de dinero. Esto sí me parece grave, y para esto sí tendrían que usarse dineros públicos. Pero bueno, esto supongo que se acabará por discutir y tratar en el Parlamento, ¿o no?), ni en lo de la ostentación de las riquezas, ni en lo de que se carguen Las Vistillas.
Lo que me alucina de toda esta cuestión es que se vuelvan a los argumentos de hace veinte años, cuando ciertas cosas uno suponía que no se volverían a cuestionar.
Por otra parte, que los obispos y curas digan lo que están diciendo, forma parte del guión. Recuerdo que cuando Felipe llevó a cabo la despenalización del aborto, alguno pensó que seria su tumba política y sin embargo siguieron ganando elecciones, como si tal cosa.
A la hora de la verdad la gente es más sensata de lo que parece. Y si no ved cómo reaccionan la mayoría de las cofradías que, supuestamente, son extensiones de los curas.
Feliz noche desde Segovia.
Joe, mariano, tío, ayer oí el chiflido desde el curro,a eso de las once de la mañana!!!!!!!!!!!! que escalofrío ma entrao!
Lo del aborto y la Iglesia... chico, que tengo al úlcera sangrante y me ha dicho el médico que deje de opinar...
besicos
La frustración y la rabia que me provoca no poder hacer nada en cuanto a los temas de la iglesia o me quita la salud física o la mental, estoy en la elección ahora, a ver qué hago.
Existe un remedio para esto? De verdad no podemos hacer nada ? :(
El afilador, que yo sepa siempre a estado, no? en mi pueblo toca una flautita que en lugar del afilador parece el flautista de Hamelin :) es muy chulo.
mmmm pero el post no era por la huelga del metro de madrid (aunque bueno, yo creo que para poder hacer huelga primero deberia funcionar correctamente, pero eso es solo mi opinion).
Wen, en tu pueblo el afilador hace sonar el mismo instrumento que en el resto del mundo... no toca una flauta!!!!
Pero bueno, qué dices? le oí yo el domingo pasao y tocaba como una flauta, no hacía el tipico pirrrriiiii del afilador. Hay que joderse ! XDDD O no sé, igual era alguien tocando la flauta, pero a mi me recordó al afilador XD
Mariano, lo del metro mal, lo del papa peor...pero lo del afilador...lo del afilador no tiene nombre...será la crisis que es la explicación comodín para todo...
Amén.
De la pederascia no dicen nada, claro...
La religión o es privada o es un negocio.
A ver si se enteran.
Muy bien Mariano,
un toque zurdo, nunca viene mal,
en este mundo de crisis,
a ver si sigo tu ejemplo,
en mi tal vez un blog más...
Saludos Zurdos como no jeje!!!
Puedes proponer todas las huelgas que quieras, contra túnicas, copones de oros, palios, y parafernalia...me apunto con pancarta agresiva incluso.
Pero...no...el aborto no es una cuestión de las mujeres, la supuesta progresía aceptó esto tan vacío siempre, es una cuestión social, una legislación que afecta a todos. Los católicos tienen derecho a manifestarse contra y por lo que quieran.Y son un colectivo muy amplio, no es que se entrometan en la vida civil, son la vida civil. Y siento darte un disgusto, pero has de aprender a vivir también con ellos o te vas a poner malo del estómago.
El Papa actual mostrará el lado más radical que le dejen mostrar, tiene fama en su pueblo de eso y más.
te quedan lejos las Vistillas esas?? :)))
Besos
Y además, era este el momento para proponer una reforma de esta ley?
Era necesario? A lo mejor esto tiene unas consecuencias más negativas de lo que se esperaba.
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