3 de diciembre de 2008

Abzurdeces en estado de congelación

Llueve. No mucho, lo justo como para que los ojos tras los cristales no vean las gotas caer pero sí vean el suelo brillar.

Mis pies son esculturas imperfectas de hielo con cinco carámbanos colgando de cada uno. Llevo doble calcetín, lo que sirve única y exclusivamente para tener los carámbanos abrigaditos y en perfecto estado de congelación.

Agua, luz, gas, teléfono, medidas, cama, cocina, estanterías, productos de limpieza… No, no me he vuelto loco pero poco me falta. Espero tomar las uvas en mi nueva casa. Lo que no sé todavía es de qué año.

Visito cada vez menos blogs, también por falta de tiempo. Entre los asiduos están una tertulia y el blog de un periodista. Los temas propuestos suelen ser interesantes y los comentaristas suelen propiciar debates enriquecedores. Por desgracia suelen entrar trolls como trolebuses avasallando, sin más pretensión que reventar la conversación, con argumentaciones falaces o, simplemente, insultos. No suelo entrar al trapo de las provocaciones porque me da mucha pereza. Si todos hiciéramos lo mismo estoy convencido de que los trolls cogerían el mismo trolebús pero para irse con viento fresco. La tertulia suele ser cálida y ayer volvió a serla. Ayer en el blog del periodista disfruté mucho hablando de editoriales, libros, autores, público versus lectores. Aporté lo que pude y aprendí todavía más.

Estos días estoy leyendo, entreverados, autores consagrados y autores noveles. He leído El viaje del elefante de Saramago, he releído Bartleby, el escribiente y ahora estoy con Últimas tardes con Teresa. Entremedias he disfrutado de una selección de relatos que me han mandado varios autores que quieren publicar, estoy leyendo la primera novela de un bloguero y voy a empezar a leer una novela corta de un cliente de la librería (hace un par de meses leí unos relatos suyos y me parecieron muy buenos). La mezcla es genial. Si tenéis la oportunidad os aconsejo hacer este ejercicio. La sabia nueva, la espontaneidad se mezclan con la experiencia. Para un lector es una gozada. Para un aprendiz de escritor como yo, una lección continua.

Llevo días sin escribir ni una sola línea (literaria). Esta vez no tiene nada que ver con la sequía del escritor. Más bien con el “estoy hasta arriba de trabajo” del librero. Aparte de abzurdeces varias ando engordando una novela larga y una novela corta. Las ideas bullen, amenazan con entrar en ignición. De vez en cuando les muestro la espita de la libreta para que se calmen, pero es sólo un recurso paliativo. Me supuran las letras por los poros, se empujan unas a otras para salir del atasco por acumulación. Ahora mismo veo asomar la cabeza de una M por un poro de la mano izquierda, de una I por un poro de mi mejilla derecha, de una R por un poro de la nuca, de una A tras la oreja izquierda, de una D entre los ojos, de otra A por un poro de la barbilla… Y es que ayer dejé a uno de mis personajes mirando una pared, mirando a través de una pared.

La tinta azul de la memoria viaja hacia Mallorca. Acaban de pasar por la tienda unos editores que empiezan con una pequeña editorial mallorquina. Me han dejado sus libros para que los vendan. Hemos compartido ideas, visiones, proyectos. Hemos charlado sobre nuestra manera de ver la literatura, nuestra manera de entender la edición y la venta. Hemos hablado de la responsabilidad que el librero y el lector tienen a la hora de elegir lo que se lee. Está visto que estos días me toca aprender de todo el mundo. Y de paso se han llevado La tinta azul de la memoria que como sabéis anda huérfana y en busca de editorial. No sé si será ésta,
Heptaseven, pero al menos sé que cruzaré parte del Mediterráneo en buenas manos. Nos hemos deseado mutuamente suerte porque ambos la vamos a necesitar. Creo que no hay mejor manera de sellar un contrato.
Un abrazo zurdo para todos y para todas, especialmente para ti, que sé que lo necesitas.

21 comentarios:

AdR dijo...

Quítate de la cabeza lo de aprendiz, que suena a Harry Potter, hombre.

Yo a Bartleby lo tengo aquí, que me lo regalaron hace más de un año y aún no lo he leído. El de Saramago lo he tenido hoy en mis manos, pero nada. Es que sigo perezoso para leer, no sé qué me pasa.

Esa editorial tiene unas buenas normas :)

Abrazos.

estilografic.blog dijo...

Y el árbol. Tienes que comprar el árbol de Navidad para la casa nueva. ¡Feliz viaje a la tinta!

JOAKO dijo...

estupenda crónica de tu estado.
¿podría resumirse en letrado sudor frio por la busqueda de un editor?

wen- dijo...

Jo,osea que somos la parte masculina y femenina de la misma persona o algo así, no?
Podría ser ahora que lo pienso.....

Irreverens dijo...

Chico, no me extraña que te bullan los poros y te supuren las letras (o algo así). Menudo ritmo de vida llevas.
No dejes de tomar vitaminas. Hay que estar fuerte y robusto para afrontar tantas buenas nuevas y tantos cambios.
:)

Besos con calefacción incorporada.

belenmadrid dijo...

M-I-R-A-D-A. Como mola :)

Mariano Zurdo dijo...

Adr, los de esa editorial me han entrado por la piel, que no es poco.

Estilografic, tendrá que ser un bonsai de navidad, que mi casa es muy pequeña...

Joako, la búsqueda de editor necesitaría párrafos y párrafos para describirse. Toda una aventura...

Wen, lo mismo pensé yo al leer tus últimos post. De hecho me inspiré en ellos para escribir este. Es que soy un copiota.

Irreverens, sólo por aclararnos, ¿besos con calefacción incorporada es lo mismo que besos calientes?

Mariano Zurdo dijo...

Geminis, que te me has colado bacalado entre comentarios. Pues sí, las miradas molan y ésta, también.

Irreverens dijo...

Bueno, digamos que sí, ¿no?
XD

Belén dijo...

:)

Poco a poco, mariano mío

Besicos

Anónimo dijo...

http://jordim.wordpress.com/

Si quieres leer algo bueno pasate por su blog.
Abrazo diestro, Mariano.

Raquel dijo...

Qué rico leer todo esto hoy, Mariano. Se siente muy muy bien.

Anónimo dijo...

Déjate de abzurdeces libreras y ¡escribe!, ¡corrige!, ¡prologa!, coñoya...

mgqseaml dijo...

Por fin te leo niño, llevo unos días bastante cansada y con poco tiempo. Me voy de puente unos días con un tío un poco petardo pero al que quiero mucho así que no me eches mucho de menos. Muchos besos

marisa bop dijo...

Lo siento por ti pero es estupendo que no pares de trabajar/leer. Tienes la suerte de trabajar en algo que dignifica y enriquece, tanto a ti como a los que te rodean.
Te vas a hacer sabio (más aún), cabrón.

leo dijo...

Exceso de sana actividad. Qué bueno saber ver en todo esa oportunidad de aprender, Zurdillo.
Disfruta el puente y un abrazo grande.

Soto dijo...

Hola Mariano:
!Como suena a sincero,a transparencia,a no tener inconveniente en expresarlo de una forma exteriorizante,a compartirlo con los demás tu estado "existencial2 en un momento dado,como suena al mismo tiempo a bello,en fin como suenan tan bien todas tus cosas,tu pasíón por el mundo literario..y tu rechazo a la bronaca, y porm encima escrito en ese cuaderno cuadriculado que me chifla!
Boas tardesdende Pontevedra,hoxe e un dia de choiva
Apertas agarimosas.

Soto dijo...

Mariano y amigos bloqueros:
Perdonar algun gazapo linguistico
que "ha emborronado el comentario".
Apertas ,miñas donas e meus señores

Mar Byrd dijo...

Que tu manuscrito sea leído y vuelva con un editor bajo el brazo.

Miguel González Aranda dijo...

Hola te encontrado de casualidad. Me ha gustado como escribes y te seguiré leyendo.

Te invito a que visites mi blog de relatos:
http://miguelgonzalezaranda.blogspot.com

Un saludo

madroca dijo...

Querido Mariano, una de las mejores cosas que desde Heptaseven nos llevamos de las visitas realizadas a las librerias para presentarnos fue el calor con que fuimos recibidos en muchas de ellas, (no, no creas, en todas no, jejeje) peró si puedo decirte que el poco rato que estuvimos contigo, me hubiera gustado haber podido alargarlo, fue uno de los que más disfrutamos de ese períplo.
Gracias por ello y por entender que el mundo de la literatura, que las letras impresas, que los libros en si mismo, son algo más que simples objetos de mercancía, son en si mismos, viajes, poesía, ternura, aventuras, odio, amor, sensualidad, pasión, sensaciones, emociones, historia, gastronomía,,, y mil calificativos más, que son cultura y a la vez nos ayudan a expandir nuestro embotado cerebro muchas veces aniquilado por la misma comunidad civilizada que quiere convertirse en global.
Por entender que la vida de un libro es la que su lector le da, hay quienes ven en ellos simples objetos inanimados para embellecer estanterías y otros ven en ellos la puerta abierta al conocimiento, cada uno es libre de volar o de quedarse en el suelo, gracias Mariano por haber elegido volar también.
No dudes que "la tinta azul de la memoria" será leída con mucho cariño, y que tu amistad es algo que llevo conmigo.
Un abrazo
Miquel Adrover
Heptaseven