17 de octubre de 2008

La inspiración, esa gran desconocida...

Hacía tiempo que no me pasaba. Llevaba meses escribiendo a golpe de oficio, picando piedra, calentando la silla creativa con mis glúteos alienados, sin un mínimo soplo de inspiración que llevarme a las teclas. No es que me preocupe, porque no soy de recibir los ataques masivos de las musas (es que soy poca cosa), pero de vez en cuando se agradece. La novela que estoy escribiendo ahora avanza lenta pero segura, y quizás hoy haya dado tres en un solo paso.
Iba en el metro, ¡qué raro!, leyendo, ¡qué extraño!, cuando un par de ideas se han colado entre las líneas que leía. Raudo y veloz he cerrado el libro y he buscado un bolígrafo y un papel donde apuntarlas, porque haberlas dejado al albur de la memoria hubiera sido suicidarlas en el olvido (mi retentiva esta últimamente algo perjudicada).
Me da en la napia que este golpe de inspiración tiene mucho que ver con lo que estaba leyendo. Ayer empecé La higuera, de Raimundo Pinilla (recomendación de
Clandestino). Es una novela fascinante, como me había dicho. Me comentaba Clandestino que cuando uno lee este tipo de cosas le dan ganas de dejar de escribir. Puede, pero añado que acto seguido te dan ganas de escribir todavía más (lo malo es que en pleno berrinche hayas quemado las cuartillas, secado los bolígrafos y vaciado todos los discos duros, incluido el de tu cerebro). Me ha pasado varias veces ya esto de encontrar la inspiración durante la lectura de algún libro. Y no, que nadie se confunda, no hablo de plagiar, copiar ni nada semejante. Es otra cosa. Se trata de algo más sutil. Es como si ciertas obras maestras me abrieran los poros, me hicieran más permeable. La higuera no tiene nada que ver ni con mi estilo ni con el argumento que estoy pergeñando. Las soluciones que halla Raimundo Pinilla en sus páginas no dan soluciones a las preguntas que le hago yo a mi novela de por qué no avanza, pero lo que es cierto es que algo ha pasado mientras que leía...
La última vez que me pasó algo parecido, fue leyendo Mala gente que camina de Benjamín Prado. Hace poco menos de un año me lo encontré por la calle y estuve a punto de pararle y darle las gracias, pero mi pudor me cambió el paso, y el agradecimiento seguirá siendo virtual. Ojalá que la vida me dé otra oportunidad y me pille con el pudor durmiendo. Supongo que estará harto de oírlo, pero me encantaría poder decirle lo buen escritor que es.
Si alguien ha llegado hasta el final de esta entrada-ladrillo más propia de un filósofo del asfalto (cuando me pongo reflexivo-literario soy un auténtico coñazo, lo sé), que sepa que mi dolor de cabeza desapareció, que le deseo buen fin de semana, que el Atleti va a ganar mañana (por lo menos que no le cuelen seis, leñe) y que me voy un par de días con mi musa titular para prolongar lo máximo que pueda mi la inspiración.
Besitos/azos para todos y todas.

16 comentarios:

mgqseaml dijo...

A mi eso de que hables de musas en plural no se si me convence del todo pero todo sea por tu inspiración.
Espero que lo pases muy bien, ya me contarás cuando vuelvas. Besitosssssss

Irreverens dijo...

Pues viva la inspiración, viva tú, viva tu musa, viva La Higuera... y ¡viva el Atleti, qué coño!
:P

Feliz finde.
:)

Jove Kovic dijo...

Conozco esta sensación que describes perfectamente. Petonets/assos.

Belén dijo...

Lo mismo me pasa a mi, solo que me durapoco, como no soy escritora...;)

Pásalo en grande guapo!!!

Besicos

AdR dijo...

Entiendo lo que dices, que te viene y buscas con desesperación un boli (en tu caso de tinta azul, en mi caso un pilot negro) y tienes que escribir hasta por las escaleras del metro.

A mí me pasa hasta con los posts de Scriptoria.

Abrazos

Raquel dijo...

Me parece fenomenal. ¿Nos lo cuentas después? Vale, vale... si te apetece.
Mua!

wen- dijo...

No es una entrada ladrillo, es muy amena :)
Que lo pases bien y descanses, un besote

Joyce dijo...

Que te vayan bien estos días con tu musa, que avance la novela al ritmo que tú marques, pero sobre todo, que el Atleti le de un sobo al Madrid.

Un abrazo!

JOAKO dijo...

Yo doy lo mejor de mi cuando algo que leo u oigo me situa en ese estado de gracia en el cual todo comienza a fluir.
Hace diez años que no ganais...

leo dijo...

Un buen texto siempre estimula, ¿verdad? Tomo nota de los que señalas.
Y me da la sensación de que tus musas son tan sutiles que no reparas en su presencia (o no quiero pensar cómo lo harás el día que estés inspirado).
Pásalo muy bien. Un besote.

Mariano Zurdo dijo...

mgqseaml, las demás musas son unas petardas, que lo sepas.
¿Qué tal lo hemos pasado?

Irreverens, ¡ay mi Atleti! (no levantamos cabeza, leches).

Jovekovic, me alegro. Temía no haberme expresado bien.

Belén, es una sensación que vale para todo el mundo que en un momento dado le dé a la creatividad, creo.

Adr, si es que somos muy facilones, enseguida le damos a la tinta...

Raquel, lo contaré en unas doscientas páginas, jajajaja

Wen, pues gracias, porque a veces me emparanoio con mis movidas mentales.

James Joyce, ha ido todo genial excepto lo del Atleti, grrrr

Joako, y los que nos quedan, los que nos quedan...

Leo, son musas silenciosas y muy exigentes, no te creas...

Besitos/azos para todos y todas.

Elena Casero dijo...

Espero que las cosas te hayan salido mejor que al Atleti y mira que lo siento, aunque no me guste el fútbol, tampoco me gusta el contrincante.

Besazos Marianin

estilografic.blog dijo...

A mi también me estimulan la buenas lecturas, y por eso paso por aquí a diario, quesinodequé.

Por cierto, de lo del sábado ni hablamos, ¿no?

Mariano Zurdo dijo...

Elena Casero, eso no era fácil. El Atleti pone el nivel muy bajo...

Estilografic, por la primera parte de tu comentario, gracias. Por la segunda parte, ya no te ajunto.

Unknown dijo...

mmm yo he intentado no entrar en el tema, pero es que chico, te metes con estili, con el madrí, en fin, que oye, que mira, que ganamos, jajajaja

Kim dijo...

Lo primero de todo dejar claro que este no es un blog de fútbol, así que pido (sin tener derecho alguno por no ser el autor) que nadie hable de fútbol, coño.

Lo segundo que no es Raimundo, sino Ramiro (aclaración tocapelotas).

Y lo tercero, que sí, que tienes razón que después de la depresión viene la inspiración.

Y que el libro es cojonudo y Benjamín Prado también, aunque sea del Madrid el cabrón.