Abzurdeces

El año pasado por estas fechas llevaba contabilizados 3.457 estornudos alérgicos. Esta mañana he abierto los ojos por el impulso del primer estornudo del año. Aunque de manera brusca, ha merecido la pena abrirlos porque hacía una mañana preciosa (ahora que trabajo por mi cuenta y para mí puedo abrir los ojos cuando hay luz y acostarme cuando se me cierran los ojos).
De repente se nos ha caído la primavera encima. Bueno, no estoy seguro de que esto haya pasado hoy o ayer, porque ayer fue uno de esos días que pasan a la historia de "los días de ayer para olvidar".
Justo cuando estoy escribiendo esto se está empezando a nublar. Adoro las nubes, sobre todo cuando se condensan fuera de mi cabeza. Y si me duchan más. Me gusta el frío, el viento en la cara, las hojas pardas a punto de caer y las hojas pardas ya caídas, haciendo de xilofón percutivo bajo mis pies. Me gusta la lluvia y los relámpagos y los truenos. Me gusta pasear entre la niebla y llegar a confundir la niebla exterior con la interior, sentir que se me ha colado por las fosas nasales y me invade. Soy raro, ya lo sé, pero me encuentro cómodo con esa sensación que para otros es incómoda y hasta insufrible.
Estos días estoy preparando una selección de relatos para publicar. Por minutos me gustan todos y por minutos los haría pasta de papel y fabricaría una máscara para esconderme detrás de ella.
Estoy leyendo El juego de ángel y no me está decepcionando. Y me odio por decir "no meestá decepcionando", porque en realidad me está gustando y porque cuando me enfrento a un libro no me espero nada, aunque se venda como churros, venga precedido de un éxito brutal y cueste 25 eurazos. El amigo Zafón tiene un estilo fluido con el que crea ambientes, tramas y personajes de una manera sencilla que me provoca envidia y admiración por partes iguales. Si soy capaz de aprender algo leyéndole, puede ser una de las clases de escritura creativa más barata: pues eso, 25 eurazos.
Mi padre está leyendo El Abrecartas de Molina Foix. Yo se lo recomendé y ayer me lo agradeció porque está fascinado. Dice que es de los libros que más le está gustando desde hace tiempo. A mí me pareció un libro impresionante, independientemente de que fuera el premio Nacional de Literatura del año pasado. Los premios no siempre son comerciales, a dedo y sin criterio.
Sigue nublado pero el sol aprovecha con potencia la permeabilidad. Hace calor. por ratos, bochorno. En unos minutos me voy al notario, a estampar la firma en un sueño.
Lástima que no todos los sueños se puedan firmar ante notario.