La pegada de carteles

Pido disculpas por llevar algunas horas sin escribir nada (bueno, vale, un buen número de horas que suman más de un día, pero contándolo por horas, permítaseme la licencia poética, me siento menos vago, hombrepordios).
Que conste que tengo una magnífica razón de peso para esta ausencia entradil y bloguera, y no es otra que esta noche empieza la campaña electoral con la tradicional pegada de carteles y estoy con los preparativos la mar de atareado. Y es que, si el PP es el partido de los currantes y el PSOE el de los artistas, el Partido Republicano Bloguero y Zurdo de la Tinta Azul (PRBZTA) es el partido de los zurdos con agujeros en los bolsillos de los pantalones. Vamos, que estamos más tiesos que la mojama y no recibimos subvención alguna para sufragar nuestra campaña, y eso que no nos presentamos, que es mucho más barato que presentarse, donde va a parar.
El caso es que nuestra pobreza nos lleva a convertir la campaña en todo un taller de manualidades, en el que tengo inscritos a un buen número de voluntarios, que ríete tú de los ayudantes de Papá Noel.
Este es el momento de confesar que Clandestino no ha abandonado su blog, sino que lo tengo al pobrecillo esclavizado. Lleva dos días enclaustrado montando el vídeo de campaña (que sí, que sale Venecia y se escucha a Celentano, pero está quedando para ganar un Goya, que es mucho más interesante que ganar las elecciones).
El pobre Estilografic está de bar en bar, bolígrafo en ristre, escribiendo pareados con ¡Vota PRBZTA! y similares en todas las servilletas que encuentra (bien estén vírgenes en paquetes, vaya paradoja, o en gurruños con bigotes cadavéricos de gamba aderezados con churrotones aceitosos de calamares a la romana).
Como no tenemos dinero para confeti ni fuegos artificiales, tengo a Vitruvia coleccionando sobrecitos de azúcar y café descafeinado que lanzaremos esta noche con ayuda de unos petardos que le sobraban a Wen de las últimas navidades. Irreverens lleva días sin dormir (ni siquiera ha podido actualizar su relato) traduciendo mis discursos a todos los idiomas imaginables, porque aspiro a que no me vote hasta el último de los inmigrantes llegados a nuestra piel de toro.
El debate electoral al que no asistiré me lo están preparando conjuntamente un exiliado y una mujer desesperada. Interrogación me ha preparado una lista que más bien parece un mar de preguntas con las que pienso poner en más de un aprieto a ZP y a Rajoy.
Ah, y no os preocupéis por mi salud, que la campaña es dura y larga pero tengo a mi servicio a una fisioterapeuta, a un médico, a una terapeuta y hasta me traen el catering para que esté bien alimentado. Tampoco os preocupéis por mi actividad literaria, que sigue febril e imparable porque me acompañará toda la campaña mi musa titular.
Pluskys, más conocido como el “grapas” me ayudará con los temas de seguridad, Joako está encargado de comercializar todo el merchandising zurdo, Alize se encargará de hundir mi imagen en el ámbito universitario para que ningún nuevo votante me vote y Mexileña me está organizando una movida vecinal en el centro de Madrid, que ya quisieran la mujer aguerrida y el hombre gallardo y gordo para sí.
Tengo delegados preparados para repartir pasquines en cuantito suene el pistoletazo de salida en Berlín, en Madison, en una palangana, en una encañizada, en un taxi, en la inopia y hasta en una quinta planta.
Está todo pensado, hasta el discurso final. Para garantizar que perdemos por la puerta grande, he contratado a dos escritores para que me lo redacten. Les he pedido que me lo escriban sin tildes para que resulte lo más anodino posible y que verse sobre cómo ser nadie, para poder escabullirme por las alcantarillas tras la esperada derrota.
Ah, y cuento con la ventaja de que ya soy un experto campañero electoral, porque ya sufrí la novatada en las municipales. Por cierto, que os animo a leer la entrada del 21 de mayo de 2007, y ya me diréis si no acojona la vigencia de alguna de las tonterías que se me ocurrieron escribir aquel día.

Y como dije en aquella última ocasión: ¡Con vuestra ayuda seguro que perdemos por mayoría absoluta!