29 de octubre de 2012

La coyuntura y la lluvia

Siempre me gustó la lluvia. Caminar despacio debajo de esa alcachofa móvil que te hace renacer como si de un nuevo bautizo se tratara. Llegar a casa, quitarte la ropa empapada y calentarte al lado del radiador, o bajo otra ducha, esta vez caliente.
Siempre me gustó la lluvia. Pero qué molesta cuando uno ha recibido un disparo en el estómago y yace desangrándose a la espera de que acuda el Samur. O el juez.

2 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Será que soy casi gallego, que lo primero que vino a mi mente fue aquello de que nunca llueve a gusto de todos, Mariano.

Ni a gusto de uno todo el tiempo, se me ocurre apostillar.

Un saludo,

Víctor dijo...

Me gusta esa puntilla final de "o el juez". Maldita coyuntura. Un saludo, Mariano.