Allá va otra improvisación en los Diablos Azules. Esta vez la frase era "por haberse puesto aquel vestido tan corto". Y sí, de nuevo, me ha salido un relato relacionado con la iglesia. Me lo haré mirar. O no.
Y aviso/amenazo. La siguiente semana, miércoles 22, el narrador invitado seré yo, don Zurdo.
Por haberse puesto aquel vestido tan corto, Candelita, diecinueve años pero en el pueblo Candelita, tuvo que pasar por el confesionario justo antes de la misa de doce. Si no lo haces, no comulgas, la amenazó don Eulogio. Candelita, obediente, que no temerosa, se dirigió a la fila de confesionarios de la nava izquierda. Se puso a la cola, donde también esperaban Carmencita, Teresita, Lourditas y Esperancita. Todas ellas con vestidos demasiado cortos. Cuando le tocó el turno a Candelita, el cura párroco ya estaba enfrascado en una de sus homilías apocalípticas. Candelita se arrodilló. Ave María Purísima. Sin pecado concebida, respondió el sacerdote, confiésame tus pecados. Y Candelita se explayó. Le cayeron veinte avemarías y otros tantos padresnuestros. Al levantarse, recibida ya la absolución, Candelita cayó en la cuenta de que no le había confesado al cura lo del vestido corto. Pensó en volver pero ya se había arrodillado Paquita, la primera chica del pueblo que se había atrevido a ir a la iglesia en vaqueros.
16 de junio de 2011
Por haberse puesto aquel vestido tan corto
Publicado por Mariano Zurdo en 12:29
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5 comentarios:
Jejeje. Yo creo que no hace falta que te mires nada, que está claro, ¿no?
La próxima semana habrá que ir sin falta.
Besos.
Háztelo mirar!! Por Diooooooooooooo que estamos en el siglo XXI!!!
Suerte y disfrute para el 22
Besos
Juas, lo tuyo es obsesión con estas cosas, eh? XDD
Pues a mí me ha gustado mucho el relato. Supongo que será que acabo de conocer tu blog y aún no estoy muy al tanto de tus obsesiones, jaja.
Como me gusta, me quedo, si no te importa.
Besos.
:)
Rompiendo barreras :)
Besicos
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