Pues sí, queridos amiguitos y amiguitas, ya puedo dejar de escribir porque mi objetivo de ganar algún premio con mi literatura ya se ha cumplido. Dejaré el Planeta, el Nadal e, incluso, el Cervantes, para aquellos pobres escritorzuelos que aún no hayan saboreado las mieles del triunfo.
Tengo testigos. Y hasta prueba gráfica, ¡¡¡incrédulos!!!
Anoche gané el premio al mejor microrrelato de la semana de la Jam session "El tamaño sí que importa" organizado por Carlos Salem en Los diablos azules (C/Apodaca 6, Madrid). Esta jam, que tiene lugar todos los miércoles a partir de las 21 horas tiene tres partes: escritor invitado, aportación de los asistentes y concurso de improvisación. Y ahí es donde aparezco yo como ganador triunfal de la semana. El concurso consiste en que Carlos lanza una frase que hay que colar en un relato literalmente. Se pone musiquita y se conceden 10-15 minutos para escribir (confieso que yo lo escribí en 5 minutos porque gasté el resto en dos actividades complementarias: ir a la barra a por una cerveza e ir al cuarto de baño para despedirme de la anterior). El premio, como diría Salem, es alargado, ancho y da placer. ¿La frase de ayer?: "Levantó el extintor y comenzó a rezar". Y el relato ganador, a continuación (y lo transcribo tal cual, venciendo la tentación de retocarlo):
Aquel día, en contra de sus principios, se preparó concienzudamente la homilía. Normalmente dejaba que la fe obrara de musa y que la palabra de dios brotara de su corazón, pero ese día preparó la homilía. La cargó de adjetivos apocalípticos que adornaban el discurso más vacío que jamás había dicho. Y jamás ningún discurso tuvo fin tan claro.
Al empezar la misa clavó la mirada en el último banco, intentando así, infructuosamente, esquivar su mirada.
Siempre en la primera fila.
Siempre en el banco central.
Siempre en el centro del banco central.
Se sintió incómodo leyendo el texto, acostumbrado como estaba a la improvisación. Sobreactuó llevado por los adjetivos.
Terminó la misa y huyó a la sacristía. Sólo quedaba esperar. Se quitó la casulla, que ese día pesaba más que nunca. Oía el murmullo de los feligreses abandonando la iglesia. Miró el reloj. Otra vez. Cuando estaba a punto de irse, ella entró.
-Padre, ardo.
Él se bajó los pantalones, levantó el extintor y comenzó a rezar.
21 comentarios:
Ha merecido la pena esperar a que volvieras.
¡Felicidades!.
¡jajajajaja!
XDD
¡¡hereje, que eres un hereje!!
Aparte de toallero, ahora resulta que también es extintor... ¡¡¡jajajaja!!!
Enhorabuena, Zurdito.
:)
Jajajajajajajaja, bien merecido el premio Mariano, juas.
( toallero dice la otra....XDD anda que estamos finos.... )
¡Fantástico! Enhorabuena por tan merecido premio.
jajajaja, realmente bueno.
Saludos.
Nunca había pasado por aquí... pero me ha encantado tu relato!! jaja
Te tenían que haber dado una ámbar de premio jajajajajajjaja
Besicos
Vengo guiada por Alena Collar desde el Facebook, encontrándome con este espléndido relato, con un gran final irónico y divertido. Enhorabuena por el premio conseguido. Se lo merece el relato y tú.
Un abrazo grandote..
Naia
Enhorabuena, editor mío. De la sacristía a Hollywood.
Petonets, petonassos.
Grande.
Extintor con espuma blanca y todo.
Qué arte zurdo y tal.
Y luego dice El MUY CANALLA que no sirve para escribir microrrelatos.
Me ha encantado. Es muy, muy bueno.
Y te felicito de todo corazón (envidioso, eso sí)
CANALLA, QUE ERES UN CANALLA.
Besos
Enhorabuena por el premio.
Un abrazo.
Merecido premio, sí señor...
Besote.s
No te mereces menos amigo Mariano!
Mi más sinceras felicitaciones!!
Un fuerte abrazo zurdo, diestro, ambidiestro y en nuestro caso particular, rojiblanco!
El que la sigue la consigue. Yo he participado en esas jam-sessions y doy fe de que, además de divertido, es un concurso difícil, porque hay que escribir una historia en diez, quince minutos todo lo más. Y que te salga tan buena como esa es muy dificil.
Disfruta del premio
Me he reido un buen rato.
Es bueno, sobretodo el final. Quizá para un microrrelato yo lo hubiera acortado un poquito. Aún así, enhorabuena.
Un saludo indio
Y ese relato ¡en solo 5 minutos! -si es que vas sobrao- (mola el relato). Lo malo es que desde ahora las sacristias me van a evocar imagenes eroticas y como por la actividad 'coristica' paso por sacristias de vez en cuando, no se que pasará cuando me vegna a la memoria el retlato...
jjajaj, esto le pasa por vivir en un país ultracatólico, si viviera en una zona protestante, calvinista, etc...ya tendría quien le apagase el extintor enderezado, digo...el ardor.
Besos
Saludos compañero zurdo y mi enhorabuena también.
enhorabuena por el premio y menudo final!!!!!!
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