5 de noviembre de 2010

Yo tampoco le espero

Desde el más profundo respeto a todas las creencias que no sean dañinas para la salud física y mental de las personas (esto incluye la libertad), mi repulsa a que se pague con dinero público este evento. Y no me vale la argumentación de que se ganará más de lo invertido. Lo diría ante la visita de cualquier papa, pero sobre todo ante la visita de este papa.