23 de agosto de 2010

Todas las tardes

Te esperé toda la tarde.
Fumé media cajetilla en la espera, y eso que yo no fumo.
Bebí lo justo. La primera arcada es mi límite.
Vi demasiada gente pasar. Tanta como la que me vio a mí estar quieto. Esperándote.
Leí el primer párrafo tantas veces, que párrafo multiplicado por veces leído, igual a dos novelas.
Miré el reloj tan a menudo que descubrí lo que tarda en pasar un segundo. No digamos ya una hora.
Empecé a repasar mi lista de tareas pendientes, pero lo dejé para más tarde.
Llegué a olvidar que te esperaba.
Llegué a olvidar quién eras.
Al irme escuché una voz llamándome a mis espaldas.
No aceleré el pasó, pero tampoco lo ralenticé. Tampoco giré la cabeza.
Me justifiqué diciéndome que mi nombre es muy común. Y tu voz muy vulgar.

Quizás mañana vuelva al mismo sitio y a la misma hora. A esperarte.
Y tal vez llegues a tiempo y al sitio adecuado.
Aunque yo no te haya dicho dónde estoy. Ni que llevo toda la vida esperándote.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Es precioso.

Jesus García L. dijo...

Muy bueno. Romántico, atrayente y sincero.

Me ha gustado.

Un saludo
Jesús

Isolda Wagner dijo...

Muy bueno, Zurdo, me ha gustado mucho. Mañana será otro día!
Besos.

Belén dijo...

Yo con lo alcahueta que soy... me hubiera girado, aunque solo sea por el gusto de saber la cara que busco!

Besicos

Amando Carabias dijo...

Creo que también me hubiera girado, como Belén.
Es hermosísma esta melancolía.

Al Palo Largo dijo...

Decías que no sabías si era un relato o que. Yo creo que es una espera de un algo o alguien especial contada con palabras de maestro

Anónimo dijo...

Yo no, yo no me hubiera girado.
Kuss

Wen dijo...

Mejor tener cuidadito con lo que se busca.... que a veces se encuentra

vitruvia dijo...

Si es que con cosas así se me hace muy difícil llevar a cabo mi decisión de sólo escribir y no bloguear.
Es, sencillamente, maravilloso.

Anónimo dijo...

A mí no me parece melancólico, lo encuentro normal.

Juanjo Montoliu dijo...

Yo creo que la mayoría de nosotros nos pasamos la vida esperando a alguien, o a algo. A veces somos conscientes y otras no. Unas veces es por la tarde y otras todo el día.
Esperamos que algo pasa y cuando ocurre, ni nos enteramos.
Así es la vida, y este relato es una magnífica metáfora.

Odiseo de Saturnalia dijo...

Yo hubiera cerrado los ojos a ver si con un sueño....

alena.collar dijo...

Y ¿Porqué no esperar?...esperar algo también puede ser ilusionante...
O estoy yo tontorrona y por eso lo digo...

Anónimo dijo...

Qué va!! Estás superinteligente, Alena :)
"El camino/la espera es el fin en sí mismo"

Unknown dijo...

De tanto espera lo inesperado... la espera se vuelve rutina..
es mejor ser sorprendido por lo no esperado...

un beso gigante... me encanto!

Unknown dijo...

De tanto espera lo inesperado... la espera se vuelve rutina..
es mejor ser sorprendido por lo no esperado...

un beso gigante... me encanto!

Juanma dijo...

Muy bueno. Pero mucho.

Salud.