2 de junio de 2009

¡Escribe coño!

"¡Escribe, coño!" Anda que no habré repetido veces la frasecita de marras y dirigida a varias personas/os diferentes...
Llevo unos meses dando la razón a todos los que me vienen diciendo que a ver si me pongo a escribir, que tengo el blog en semiabandono y que no aumento ni a tiros mi número de páginas editadas. Les he dado la razón concienzudamente diciéndoles que lo haría y no haciéndolo.
Esta mañana hablaba en la Feria del Libro con otro librero/escritor. Comentábamos que a los dos nos pasaba lo mismo, que habíamos cedido nuestro tiempo de escritura al tiempo de escritura de otros. En mi caso se agrava porque además ejerzo de editor en los minutos que no dedico ni a comer ni a dormir ni a… comer o dormir. Le comentaba yo que era gracioso que estuviera buscando casetas para que autores míos pudieran firmar sus libros y que yo hubiera abandonado por completo mis Relatos metropolitanos, libro de relatos al que le tengo mucho cariño pero al que no le he prestado ningún tipo de cuidados. Pobre…
Pero ojo, que no me he disfrazado de Calimero ni pretendo verter lágrimas de tinta azul mientras que me fustigo con un látigo de siete teclas (mayúsculas). Estoy encantado de editar libros, de venderlos y de intentar ayudar a magníficos escritores a que den su primer paso, o su segundo o su tercero. Me llena mucho, tanto o más de lo que me imaginaba. Y más minutos que dedicaré, tantos como sea necesario.
No hay queja en mis palabras (si acaso me quejaría de mí mismo, por huevón y por zurdo), simplemente describo una realidad de la manera más objetiva posible.
Y como de nada vale afirmar para luego incumplir, y sobre todo, como necesito escribir casi tanto como respirar (no tanto porque para escribir necesito respirar, así que mis pulmones se han ganado la titularidad) pues me he puesto manos a la obra de nuevo.
Coquetearé con los relatos y la poesía, sí, pero me voy a volcar de lleno, ahora sí, en mi siguiente novela, cuyo nombre provisional es Celda de consternación y de la que no diré nada más hasta que realmente haya chicha encima del esqueleto que estoy empezando a construir.
¿Y el blog? Bueno, también intentaré mimarlo un poquito, que será como mimaros a vosotros y vosotras, que habéis soportado mi desidia mejor que yo mismo.
Ale, que me largo a escribir.
Un abrazo zurdo para todos y todas.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonsoir.
Señor Zurdo , usted no será por un casual el señor mudo ¿no?
Disculpe , no me haga caso,pero es una casualidad que me persigue.
Le he leido de chiripa porque ya voy de recogida, y justo cuando iba a cerrar el aparatico se me ha presentado ahí literazurda y la curiosidad me ha picado.Es que no puedo; mira que lo intento pero no puedo .
Bon, le digo el objeto: me alegro muchísimo de que ya tenga encima otro esqueleto al que ir vistiendo ,pero ( esto de los peros míos es un suplicio... oiga,¿ no tendría por ahí algún adversativo menos " pejiguera"?) me ha llamado la atención que disponga del nombre antes que del niño.
Usted que es un escritor y un maestro de la palabra podría decirme si esto es siempre así.
Quiero decir que si lo normal es encontrarse de bruces con la puerta antes de con la casa . ¿ Se construye a partir del título , o a la historia le resulta indiferente ese punto?.
Hace relativamente poco ,leí como calificaban de extraordinariamente complicado buscarle un título a los escritos . Tanto es así , que muchos autores afirmaban que las obras casi nunca ven la luz con el nombre con el que en un principio las bautizaron.

Muchas gracias por su amable atención.

Venecia.

Alena.Collar dijo...

Me meto yo donde no me llaman...
Si aparece un relámpago como frase de pronto, y nos aturde, y nos ciega y empezamos a escribir a partir de ella, pongo por ejemplo: " En la pista vacía se moría el equilibrista de todas las ausencias que lo vistieron"...¿ no puede de ahí aparecer un título?...o ¿primero aparece el relato?...
A mí me aparecen a veces los títulos como esplendores, otras escribo escribo escribo (sin comas) y al acabar zascatapumchiné; aparece el titulo.
En todo caso, para mí el título de un relato, de una novela, de una historia cualquiera,o es un fogonazo que me deslumbra o no es.
Vaya rollo he soltao...

Amando Carabias dijo...

¿Así que andamos con los títulos...?
Perdón por la ineducancia. Lo primero es lo primero: ¡Bon día Venecia! Encantado de saludarte en este rincón semiclandestino.
Me alegro enormemente, Mariano, de que hayas decidido de una buena vez ponerte a la tarea: manguitos nuevos, péñola afilada, tinta en el tintero, resma de papeles y a por ello.
Además tú que sabes de los gustos de los lectores, tú que conoces las posibilidades de edición de un libro, sabrás donde tienes que cortar, dónde ampliar, en qué parte colgar un cartelito de prohibido ir a más de veinte por hora por obras, o por favor no molesten...
... Y lo del título... Pues sí señor, Alena tiene razón... A mí me ocurrió con cierta novela que tiene cierto editor/librero/escritor/bloguero que la registré con un título, y cuando salió a tomar la primera comunión (el caso es que no ha vuelto, a este paso se me encierra en un convento de clausura) decidió presentarse ante su señoría y cambiar el nombre. Lo que ayer era Felipe hoy es Manuel.
Y otras veces, pues pasa lo contrario, se acerca como una mariposa, o una avispa para el caso es igual, y hasta que no descubres cuál fue el itinerario de su vuelo hasta posarse (o picar) en tus neruronas, no paras.
Dar con el título es tan complicado o tan sencillo como escribir una palabra.
Me pasé, sorry

Irreverens dijo...

Me alegro mucho, Zurdito, de que vuelvas a manchar folios en blanco. Pero hazme el favor de comer y dormir también que, si no, el del esqueleto va a ser otro que el futuro libro...
:)

Mariano Zurdo dijo...

Pues buenos días a todos y a todas.
Lo primero, gracias Irre por tu preocupación, pero de momento me mantengo lozano y saludable, jajaja

Lo del título... Me cuesta muchísimo poner título a lo que escribo y siempre lo dejo para el final (quitando un par de relatos que surgieron de un título). En este caso hay un título provisional porque así llamé a la futura novela en mi novela antigua. fue más bien un juego de continuidad (juego aplazado por falta de tiempo).
Seguro que acabará llamándose de otra manera. O no.
Armando, los caminos editoriales son indescifrables. ¡Ay, qué feliz sería si los comprendiera!
Besitos/azos

estilografic.blog dijo...

Tú que eres editor: ¿se puede poner "coño" en un titulo?

Servidor, para evitar tal exabrupto, propondría el siguiente título para el post que nos ocupa:

“¿Sería usted tan amable de dedicar su inestimable tiempo a plasmar las ideas que en su cabeza bullen mediante la utilización de letras, caracteres u otros signos trazados en papel o cualesquiera otras superficies, de manera que posteriormente sirvan como soporte accesible a todo lector que en su bella obra literaria sumergirse quisiera...... coño?“

Belén dijo...

No te preocupes querido mariano mío, que tu libro de relatos está muy bien cuidado y mimado, al menos el mio :)))))))

Y escribe, aquí o en papel, pero yo si necesito saber tus cositas, eres mi maestro :)

Besicos

David dijo...

Celda de consternación mmm una novela trepidante que no deja al lector indiferente. Una historia que engancha desde el primer parrafo, brillantemente ensamblada y con la dosis justa de picante...sin caer en la vulgaridad.
Celda de consternación una obra que eleva a la literatura a cielos raramente explorados.

Yo por si acaso voy ya poniendo la crítica que aluego me pilla el toro

AdR dijo...

Yo también camino entre esqueletos, pero en despiece aún.

Recuerdo Celda de Consternación en tu La Tinta Azul de la Memoria :P

Ánimo.
Abrazos.

Alena.Collar dijo...

Nota de última hora:
A partir de ayer a las dos y media de la madrugada tengo un taxista metido en el alma.
¿Se puede ser incorrecta?:

Para el "taxista":
¡Escribe usted de putamadre!.


Que lo sepa. Va crítica el día ocho en Revi.

Amén.

wen- dijo...

Que iba a decir que no sé de dónde sacas tanto tiempo ni tantas ganas... yo ultimamente no tengo ganas ni de respirar, menos mal que va solo, sino estarías leyendo a una difunta.
Un beso, me alegra leerte.

illeR dijo...

ESCRIBE COÑO!!!!!!!!!!

Raquel dijo...

Pues me alegro de tu decisión. ¿Cómo es uno capaz de equilibrar todo y encontrar tiempo para hacer todo lo que hay que hacer?
Besotes

Odiseo de Saturnalia dijo...

Escribe, coño, escribe... y no quieras ponerle nombre.

Hay escritos que se bautizan solos...

Mariano Zurdo dijo...

Estilografic, a mí tú no me llamas editor en la calle… ¡coño!

Belén, gracias majita, ojalás que mis relatos encuentren más recipientes como el tuyo.

David, ¡qué emoción, una de esas críticas que tanto me gustan!, de las que no es necesario leerse el libro. Si ya me hubieras puesto a parir sería inmensamente feliz.

AdR, buena memoria caballero, azul y de tinta, según veo, por eso esta novela tiene un título provisional.

Alena.Collar, ¿un taxista dentro del alma? Joder, qué pedazo de alma tienes querida, y rica porque para pagar cada día la subida de bandera…

Wen, yo tampoco estoy últimamente pa ná, pero intento forzarme a hacer cosas y como soy un poco sumiso, pues lo consigo.

illeR, ¡cuánto tiempo sin saber de ti! ¡Dibuja coño!

Raquel, ni idea, yo es que soy absolutamente incapaz, jajajaja

Odiseo de Saturnalia, eso, eso que se bauticen solos pero de verdad, que yo paso de asistir al bautizo. Ya a la salida, que me lo cuente…

JOAKO dijo...

Eres el tipo de editor con el que todo autor sueña.

JOAKO dijo...

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Anónimo dijo...

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