14 de octubre de 2008

Otoño con una esquina opaca

Estoy terminando de leer Primavera con una esquina rota, de Mario Benedetti (libro que recomiendo encarecidamente) y la imagen del espejo que utiliza me viene que ni pintada, porque para mí estos días son como un “otoño con una esquina opaca”. Aunque no sabría especificar si la superficie opaca equivale a esquina o a espejo.
La vida me sonríe, tímida, sin grandes carcajadas, pero llevo unos días global y compensadamente agotado, ya que estoy igual de cansado física y psicológicamente.
Normalmente me muevo en otoño como pez en el agua, o como melancólico entre hojas pardas. Me gustan los días grises que te sorprenden con focos y regaderas intermitentes. Me gustan los días templados que coquetean con el mercurio. Me gustan los colores pardos, ocres, naranjas que pierden clorofila durante la caída. Me gusta el otoño, pero estos días estoy colapsado. Las pequeñas cosas se han puesto en fila para reírse de mí. Les hace gracia colapsarme. A mí no tanta.
Necesito desconectar un par de días (por suerte lo podré hacer) para poder verme en el espejo otra vez de cuerpo entero, tan feo y zurdo como siempre.

21 comentarios:

marisa bop dijo...

Perdona pero eres de la poca gente guapa que yo conozco.
Piérdete, descansa y después te buscas (no sea que luego no te encuentre).

belenmadrid dijo...

yo me he acabado un libro que me ha gustado mucho mucho y ahora me estoy empezando otro que me está gustando mucho también.. y todo gracias a ti!!

belenmadrid dijo...

y por cierto, que al final no te lo he dicho, que usted lo descanse bien!

estilografic.blog dijo...

Chico, pues yo he empezado el día rompiendo un vaso en el desayuno, pillando un atasco de tres pares de narices antes de coger el metro, sufriendo despues las averías y retrasos de la línea 9, llegando tarde a trabajar.. y después,a mediodía, me he ido a cortar el pelo como para empezar de nuevo, y ahora lo veo todo de otra manera: qué suerte que he podido desayunar, qué bien que tengo coche (y tres pares de narices), cómo mola viajar en el metro, que se puede ir leyendo, qué alivio tener trabajo y.. qué bien que todavía me crece el pelo.

leo dijo...

Ays, Zurdillo, te comprendo muy bien, pues servidora, que es otoñal a tope, también anda desangelada estos días. (Vaya, que ni Alonso subido en el podio me anima.)
¿Será la presión atmosférica?
Un abrazote comprensivo/compresivo.

Jove Kovic dijo...

He leído el libro, que es maravilloso. Sobre el otoño no diré nada que no se sepa: es mi estación preferida, de largo. También a mí me gustan los días grises.
Celebro que puedas tomarte un par de días para recomponerte, es algo muy necesario.

Jove Kovic dijo...

Petonets/assos.

wen- dijo...

Un hueco en la maleta no te sobrará, no?

Irreverens dijo...

Tomo nota del libro y te mando un abrazo que te cagas.
:)

Besotes

Anónimo dijo...

Mariano, feliz otoño.
Besos

mgqseaml dijo...

Hombre Zurdo, no te va la vida "tan bien" como a mí pero no puedes quejarte eh...
Besitos grandotes, tqm

entrenomadas dijo...

Es un hermoso libro, digno de ser recomendado.

Un abrazo,

M

Belén dijo...

Que conste que lo de feo lo dices tu, yo te veo de todo menos feo hombrepordioscoñoya...

Y que me descanses guapo, y que te reconozcas, que a mi me encantas :)

Besicos

Xerxes dijo...

No recordaba mi nick, no recordaba mi cara bloggera, lavada y recién despierta, pero taciturna como acostumbro...Y nos alcanzó el otoño, iluminando las canas y la herida abierta de las cosas que te importan y no salen bien.
Mariano, ya vámonos de aquí, adonde no sople el viento huracanado de la palabra sucia. Perdámonos, para encontrarnos por una vez sin prisas, en el color caduco del otoño, el de una edad, la mia, con un corazón algo marchito

Mariano Zurdo dijo...

marisa bop, mirándome así de bien, me encontrarás.

Geminisdespechada, es que menudo soy yo recomendando, ¿o era escribiendo?

Estilografic.blog, me uno a tus alivios como la lapa a la roca. Soy poco de quejarme porque siempre he sido muy consciente de lo que significa tener, pero hay días que uno está agotado…

Leo, las razones no las sé, pero espero que a golpe de abrazo podamos disfrutar de nuestro querido otoño.

Jovekovic, es un libro precioso y duro a la vez. Disfrutemos pues del otoño, y lo que rime.
Petonets/assos.

Wen, aunque sea me llevo una maleta más grande, XDDD

Irreverens, me ha llegado el abrazo, ¡muchas gracias!

Mita, igualmente, que nos siente bien.

Mgqseaml, es que a ti te va fenomenal… Y no me quejo demasiado, ya sabes que me gusta asumir todo lo que hago.

Entrecomadas, me alegra que estés de acuerdo.

Belén, es que vestido con mi librería gano mucho, jajajaja. Gracias mañica.

Gerardo, tu comentario es como mi entrada pero con otras palabras. Me debes unas cañas. Encontrémonos en los bares.

princesadehojalata dijo...

Si, leí el libro hace poco y me encantó. Las partes en las que habla la niña, no te recordaron a El diario de ella de Clandestino? Me gusta la trama y el dilema moral que surge, con el único final posible. La relación entre suegro y nuera, el profundo respecto de todos los personajes por los demás...muy interesante. Y con esa ternura de Benedetti...
Un beso y que usted lo descanse bien, es lo único que debe hacerse cuando se está agotado.

Mariano Zurdo dijo...

Princesadehojalata, me recordó muchísimo al diario de ella de Clandestino. Rezuman la misma ternura/inteligencia.

belenmadrid dijo...

escribiendo y recomendando :)

Anónimo dijo...

Pero... ¡qué bonito escribes, cabrón!.

AdR dijo...

No... si leyéndote hasta me va a empezar a gustar el otoño, incluso.

Abrazos

Raquel dijo...

oye, oye, que no eres el único que está colapsado, pero sí el que mejor lo cuenta.
Un besote