Aunque la librería tiene su propio blog, también me gustaría contar aquí mis experiencias como neolibrero. He pasado de trabajar en un zulo con luz artificial y aire asfixiante a una pequeña tienda muy luminosa. He pasado de estar rodeado de ordenadores (mis compañeros de trabajo a veces eran más periféricos silenciosos que otra cosa) a estar rodeado de libros y de personas que entran porque les gusta estar rodeados de libros.
En el mes que llevamos abiertos han sucedido muchas cosas. Hoy os voy a contar una visita que recibí ayer.
Entró por la puerta un tipo sonriente con cara de ser del otro lado del charco, punto que confirmé cuando empezó a hablar con un delicioso acento mexicano (de ello hablamos un buen rato, de los acentos y la lástima que da que se intente unificar, por ejemplo, en los telediarios de radio y televisión, en los que no escuchas tonillos gallegos, andaluces, catalanes… ni en broma). Me contó que él era mexicano (Erik Martínez) pero que vivía en Toronto. Es profesor de física en la universidad. Su abuelo era español y se exilió durante el franquismo. Él viene a España una vez al año para visitar a familiares y amigos. Esta vez venía con su nueva novela bajo el brazo, Las virtudes capitales. Ha escrito ya cinco y está preparando una sobre la guerra civil española. No quiere que la historia de su abuelo quede en el olvido. Me explicó que se está vendiendo bien en las librerías de México pero que de ahí no salía la distribución, así que se había traído varios ejemplares para regalarlos a conocidos, y cuando veía una librería que le gustaba entraba por si la querían vender. Mi respuesta fue rápida, por supuesto. Y la respuesta fue: por supuesto.
Por cierto, Las virtudes capitales fue una de las novelas finalistas en el 2006 del Premio Herralde, uno de nuestros premios literarios más prestigiosos organizado por la Editorial Anagrama.
Ha sido un acuerdo de ida y vuelta, porque La tinta azul de la memoria va a cruzar otra vez el charco, esta vez a tierras canadienses.
Ayer fue un día muy interesante, porque aparte de conocer a Erik y de tener ya su novela, contacté (y me contactaron) con otros dos escritores que he conocido a través de los blogs para vender también sus obras en nuestra librería, pero eso ya lo contaré en futuras entradas.
Besitos/azos desde La Clandestina
En el mes que llevamos abiertos han sucedido muchas cosas. Hoy os voy a contar una visita que recibí ayer.
Entró por la puerta un tipo sonriente con cara de ser del otro lado del charco, punto que confirmé cuando empezó a hablar con un delicioso acento mexicano (de ello hablamos un buen rato, de los acentos y la lástima que da que se intente unificar, por ejemplo, en los telediarios de radio y televisión, en los que no escuchas tonillos gallegos, andaluces, catalanes… ni en broma). Me contó que él era mexicano (Erik Martínez) pero que vivía en Toronto. Es profesor de física en la universidad. Su abuelo era español y se exilió durante el franquismo. Él viene a España una vez al año para visitar a familiares y amigos. Esta vez venía con su nueva novela bajo el brazo, Las virtudes capitales. Ha escrito ya cinco y está preparando una sobre la guerra civil española. No quiere que la historia de su abuelo quede en el olvido. Me explicó que se está vendiendo bien en las librerías de México pero que de ahí no salía la distribución, así que se había traído varios ejemplares para regalarlos a conocidos, y cuando veía una librería que le gustaba entraba por si la querían vender. Mi respuesta fue rápida, por supuesto. Y la respuesta fue: por supuesto.
Por cierto, Las virtudes capitales fue una de las novelas finalistas en el 2006 del Premio Herralde, uno de nuestros premios literarios más prestigiosos organizado por la Editorial Anagrama.
Ha sido un acuerdo de ida y vuelta, porque La tinta azul de la memoria va a cruzar otra vez el charco, esta vez a tierras canadienses.
Ayer fue un día muy interesante, porque aparte de conocer a Erik y de tener ya su novela, contacté (y me contactaron) con otros dos escritores que he conocido a través de los blogs para vender también sus obras en nuestra librería, pero eso ya lo contaré en futuras entradas.
Besitos/azos desde La Clandestina
19 comentarios:
¡Huhuhuuuu! ¡¡Pero qué bien pinta esto, Zurdo!!
:D
Qué emocionante esto de ir conociendo a los escritores en persona, ¿no?
Un besazo desde tierras gallegas pero con acento medio catalán, hala.
Nuevas amistades con buenas vibraciones.
Suena... como a muy interesante!
Venga, venga, mas anecdotas!
:-)
Besos.
Al habla uno de tus anteriores periféricos. ¡Qué envidia me das, cabrón! Te confirmo que seguimos aquí, sin luz y sin tu conversación. Se va imponiendo una visita clandestina.
Irreverens, tienes un acento precioso. Si es que el mestizaje es el futuro, por mucho que algún facha se empeñe en decir lo contrario...
Luna carmesí, la verdad es que está siendo una gozada la cantidad de experiencias que nos está proporcionando la clandestina.
Marisa bop, perdona bonita, pero tú de periférico silencioso tienes poco. Estás fuera de esa categoría a veces incómoda de compañeros de trabajo.
Ya sabes que la clandestina es tu casa.
Hay historias muy interesantes que se escriben con pequeños encuentros...
Llevo más que mediada tu novela, leo lento pero seguro, seguiré informando.
No quisiera yo perderme la crónica del día en que Paquirrín entre en La Clandestina. Que entrará, ya verás como tarde o temprano entrará, aunque sea por equivocación.
Ay, qué amable eres, Zurdito.
:)
Mariano, enhorabuena, que se cumplan todas tus ilusiones.
Besos
pues sí que mola sí!! porque no es lo mismo la gente que puede entrar en el supermercado de detrás de mi casa, que la gente que, por H. o por B., acaba entrando en la clandestina.. disfrútalo!
No imaginas lo que me apetece ir ya de una p...vez.
Sí, yo también tengo ganas de ir así que no te marches sin mí. Besitos
Querido Mariano, qué nivel; lo mío es sólo de aficionada, me alegro mucho por tí. Pronto iré a Madrid y te haré una visita, lo que ocurre es que está bastante difícil conseguir pasajes baratos.
me encantaría que pusieras mi blog entre tus favoritos.
Un saludo de una de izquierdas
Que te quiero. Besitos desde La Clandestina
(Se está avergonzando de mi el Zurdo, pero como dice que puedo poner lo que quiera...)
Qué genial. ¡Me parece tan especial que pase todo eso! Es como recuperar la parte humana que a veces parece escapársenos demasiado deprisa...
Gracias por compartir. Ya sabes que no queremos perdernos ni una de esas anécdotas, encuentros, aventuras, juegos.... en fin, ¡todo!
Un besote
cullons noi!!!
(vamos, que me alegro por todo)
besos
Madre mía, por un finde que me voy mira la que habeis liado!
Besicos varios mariano y compañía... a ver cuando me puedo pasar jo :(
Besicos
Has escrito un cuento...
perdón... quería decir que:
"Estás viviendo un cuento"
Abrazos y besos.
Amigo Zurdo, me alegro que te vaya bien y que nos sigas contando las aventuras de La Clandestina, por cierto cierras en Agosto, porque puede que te haga una visita, je, je, dije tal vez, que quiero ir clandestinamente, ja, ja. Saludos de Javi, y lo dicho, y no soy el único que TE lo pide, sigue contando anécdotas desde La Clandestina. Nos vemos, hasta pronto.
Confieso, Mariano Zurdo, el pasado 26 de julio estuve en Madrid por un evento, y como me pillaba de camino la calle La Palma, pasé por La Clandestina, pero eran las 13:45horas y estaba cerrada, que pena, volveré a pasar por aquí y por allí, hasta pronto. Saludos de Javi.
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