31 de enero de 2008

Acumulo cartas que jamás te mandaré

Hoy no me apetececía escribir, sólo leer. Así que es lo que hecho, leer vuestros blogs sin casi comentar (es que no me apetecía escribir, creo que ya lo he dicho) y he leído entradas antiguas mías. Y leyendo me he encontrado con un relato que escribí en el blog de la tinta azul y que hoy repesco. He elegido éste por lejano. Por lejano en el tiempo, ya que lo colgué el 14 de diciembre de 2006 y así me garantizo que casi nadie lo leyó, y por lejano a lo que mi bolígrafo escribe estos días. Prometo abandonar la vaguería en próximas fechas. O no.
Acumulo cartas que jamás te mandaré. Y están metidas ya en los sobres, con tu dirección, mi remite, desde hace un tiempo coincidentes, y un sello. Cerradas con saliva porque no me gustan los sobres autoadhesivos. Rompen con toda la estética y el ritual de escribir una carta. Pasar el borde engominado por la lengua es un gesto cargado de intenciones que no pienso abandonar. Bueno, hasta que dejen de fabricar los sobres de toda la vida. Ciertas conquistas acaban con hábitos que jamás deberían perderse, como liarse despacio un cigarrillo antes de fumarlo, o escribir una larga carta de amor en una desdentada máquina de escribir sin mayúsculas ni acentos.
La primera, la escribí el mismo día que te conocí. Ignoraba tu nombre y tu dirección. Aguardó sin cerrar a ese instante en que saliste del anonimato. Te contaba poca cosa. Sólo intentaba reflejar torpemente el pálpito que tenía sobre nuestra futura relación. Me faltaban palabras. Siempre me faltan palabras. Las colecciono y me siguen faltando. La explicación es sencilla. Hay muchos lenguajes diferentes, pero entre todos no han conseguido abarcar todos los sentimientos y razonamientos posibles. Y dudo que alguna vez definan todo. Y ni falta que hace. La sensación de quedarse sin palabras no debería perderse nunca, como los sobres engominados.
La última carta la escribí anoche. Hice esfuerzos titánicos para amontonarla con las otras y vencer el impulso de bajar en pijama a alimentar el buzón de la esquina. No era una carta con la letra pulcra como acostumbro, ni con líneas paralelas que parecen apoyadas en una escuadra que desliza por un cartabón. Era una carta similar al tartamudeo, a las palabras trastabilladas que salen de labios nerviosos y pómulos enrojecidos. Entre la primera y la de ayer, llenas la caja en la que vino embalada tu almohada; tu tesoro. Debí darle más importancia al hecho de que quisieras reposar tu cabeza en una isla en medio del colchón. Anoche, en pijama, incapaz de bajar al buzón, intenté acercarme a tu isla. Todavía no dormías. Estabas recostada de lado, hacia la pared, dando la espalda a mi parte aún sin deshacer. Desde la puerta me pareciste aún más lejana que el propio buzón. Lo malo de las sensaciones es cuando se constatan por repetición.
No lo sabes. No has leído las últimas cartas. No has leído ninguna. Cuando leas esta que te dejo desdoblada bajo tu isla, me habré llevado la caja de las cartas más allá de la esquina del buzón de correos.

28 comentarios:

Irreverens dijo...

Glub.

Rodros dijo...

Lo leí con gusto entonces y me sigue provocando las mismas sensaciones ahora. Un abrazo y feliz fin de semana (que para mí empieza hoy!! Cosas de tener un puente ofical cada 4 fines de semana :)

estilografic.blog dijo...

Esto es lo que se dice una buena repesca, amigo.

Isabel dijo...

Un amor que quiso y no pudo ser…Las palabras no siempre, pocas veces, pueden llenar el enorme espacio que abarcan los sentimientos. Nunca habrá suficientes palabras para explicar los razonamientos del corazón.
En cambio ahora yo si tengo alguna para describir las sensaciones que hoy me ha producido leerte. Nostalgia, serenidad, empatía…

Un besazo.

PD: no estoy latente, pero si presente. Simplemente no tengo palabras, solo sensaciones…que quiero sentir.

Kim dijo...

Puedo contar una cosa???
A mí este relato me gustó mucho. Y me gustó mucho también otro que escribiste, o que al menos yo leí por la misma época. Y escribí un guión basado en esos dos relatos. Hace relativamente poco, leí ese guión y aunque quede feo decirlo, me gustó mucho.
Buena materia prima, hermano.

Belén dijo...

Pues te lo agradezco,porque yo no leí, te empecé a espiar mas tarde, como unos dos o tres meses mas tarde...

Y bueno, como se que no vas a contestar porque estás vago XD decirte que...MIRA QUE ERES ZURDO MARIANO!!!!

Besos

wen- dijo...

Qué curioso. Yo tb tengo un montón de cartas que nunca he enviado y que no tengo ninguna intención de mandar.Y sinceramente no se qué hacer con ellas.

Jove Kovic dijo...

Hoy me están viniendo muchas cosas a la cabeza, al leer tu blog y el de Clandes, muchos recuerdos.
Yo también guardé mucho tiempo cartas para alguien, y palabras. Me arrepiento de haberlo hecho, pero me venció el miedo.

Anónimo dijo...

Tarde o temprano me hubiera topado con esta preciosidad, porque me encanta bucear por los blogs.

Mariano Zurdo dijo...

Irreverens, onomatopéyica te hallo.
Rodros, ¡sortudo! (y vaya memoria, compañero).
Estilografic, lo del Atleti es lo que tenemos, que estamos acostumbrados a la repesca...
Iria, las sensaciones sí que son el esperanto, y no las palabras.
Clandestino, ya sabes que en mi blog puedes contar lo que quieras. Y aprovecho para decir que tú eres un magnífico guionista de cortos y que algún día lo llevaremos a la práctica.
Belén, zurdo, zurdíiiiisimo (y vago vaguete).
Wen, probablemente no hagas nada, porque ya hiciste lo que tenías que hacer: escribirlas.
Jovekovic, no te arrepientas, que en eso se gasta mucha energía. Simplemente aprende del miedo, que para algo tendrá que servir.
Vitruvia, ¡buceadora! Gracias por lo de preciosidad, XD

Raquel dijo...

Esta tampoco tiene desperdicio. No viene nada mal bucear en el pasado.
Un abrazo desde otra noche de nevada en ese norte de inviernos eternos.

Mariano Zurdo dijo...

Raquel, tú helada y yo con una alergia de tres pares de narices. ¡Viva la paradoja!

Irreverens dijo...

Yo, como soy muy irreverente, me paso lo de los comentarios eliminados en la entrada posterior a ésta por el forro...

Y me uno a tu indignación y tu denuncia.
Ayer también estuve a punto de abrir la ventana del salón y empezar a gritar al mundo que...

Vale, vale, lo dejo.
:)

Besazos

Anónimo dijo...

Eso, eso, como la $GAE, a vivir de las rentas ;)

Todos tenemos post que nunca llegamos a postear y comentarios que nunca llegamos a comentar. Así somos, cobardes, desidiosos y llenos de... nada. Porque lo que nunca sale, es nada.

Bonito relato ;)

Mariano Zurdo dijo...

Pluskys, la vaguería es sólo un lujo que de vez en cuando nos deberíamos permitir, ¿no?, jajaja

Mariano Zurdo dijo...

Ah, Irreverens, que me lo pensé mejor y he abierto los comentarios, así que si te apetece seguir comentando súbete para arriba...

Zitrone dijo...

Muy bueno; como siempre me han encantado tus metáforas y observaciones.
A veces las entradas más interesantes se encuentran escondidas y anónimas.
Esto me hace pensar... hay qué ver cómo evolucionamos los bloggers... Yo empecé con monólogos de humor y mírame ahora...
Besicos de limón

Mariano Zurdo dijo...

Alize, es curioso regresar atrás y reconocerse o sorprenderse en entradas familiares o totalmente ajenas a uno.

princesadehojalata dijo...

Siempre que escribes de amor me emocionas. Besos. Feliz finde.

Mariano Zurdo dijo...

Princesadehojalata, el desamor es amor también, desde luego. Me alegra emocionar con lo que escribo.
Buen fin de semana para ti también.

AdR dijo...

Muy emotivo, tendré que tomarme mi tiempo para bucear en tu blog más a menudo :)

Un abrazo

Mariano Zurdo dijo...

Adr, con el escaso tiempo que tenemos se convierte en tarea casi imposible, y es una pena, porque navegar por los blogs es una experiencia de lo más interesante.

Anónimo dijo...

yo empecé hace poco a comentarte y lo hice con "anónimo" pero me descubrí porque ví que me hiba a quedar aquí mientras tú escribas lo que escribes, este texto que has recuperado es tan especial que estoy releyendolo unas cuantas veces más. Qué cierta la sensación de ver a alguien acostado en la cama a miles de km de tu playa.
un beso para tu zurda

Luna Carmesi dijo...

Gracias.
Conviene a veces recuperar lo que yo llamo 'Palabras perdidas'.
Cuando encuentras un blog interesante intentas explorarlo minimamente... pero eso es realmente imposible,... el descubrir esas 'joyas de la corona' que guarda el autor en su corazon se agradece un monton.
(Y lo ultimo me ha salido un pareado)
Besote.

Mariano Zurdo dijo...

Luna carmesí, a veces visito blogs nuevos en los que me quedaría a vivir. Lástima de días de 24 horas...

Luna Carmesi dijo...

Absolutamente de acuerdo!!!!!!

Ispilatze dijo...

¿Y no te da un vértigo indescriptible volver la vista -o la lectura, o los pasos- a esas viejas cartas???

De pronto vomitan presente.

Mariano Zurdo dijo...

Ispilatze, es lo que tiene la sensación de vértigo, que tiene un componente adictivo...