Dicen que se parece a mí. Yo también lo creo, pero es que no soy nada objetivo con la gente que quiero, y con ella aún menos. La verdad es que tengo fotos de la misma edad que tiene ella ahora y somos muy parecidos, aunque yo tenía más aspecto de oriental que ella (bien es cierto que hace poco me confesó que algún niño la llama “china”, y le expliqué que no pasaba nada, que eso no es un insulto, que a mí de pequeño también me lo llamaban). Me cuenta mi hermana que estudia como lo hacía yo de pequeño, que va por la casa botando una pelota, jugando a la vez que estudia. Es algo vagoneta, como lo fui yo, y se le dan genial los números, como me pasaba a mí. Tiene mi mismo carácter (el bueno y el malo). Ah, y por si alguien lo duda es zurda.
Perdón, perdón, que es que estoy pelín atontolinado y no sabéis de quién estoy hablando, que a mí las fiestas venideras me trastocan y me dejan el cerebro más gelatinoso de lo que lo tengo habitualmente. Que estoy hablando de mi sobrina, de Beatriz, que hoy cumple ocho añazos.
Hace ocho años me cambió la vida. Y no es una licencia poética, ni una metáfora, ni una exageración propia de un fabulador compulsivo como yo. Es la pura realidad.
Beatriz y yo tenemos una relación muy especial (quien asistiera a la presentación de mi libro creo que podrá dar buena fe de ello). No me gusta ponerle nombre a las relaciones y más de una lo sabe. Me da lo mismo que haya un parentesco determinado (hermanos, sobrinos, nietos, hijos) o una relación específica (amigos, enemigos, novios, ex). No suelo hacerle caso a esas palabras porque sólo sirven para encorsetar. Las relaciones suelen ser más libres y ricas que las palabras que torpemente las intentan definir.
Beatriz es mi sobrina y yo su tío, vale, pero la vida, la suya y la mía, han hecho que en estos ocho años hayamos vivido muchísimas cosas juntos. Algunas muy buenas y algunas bastante duras. A los dos nos cuesta vernos tan poquito como nos vemos ahora, acostumbrados como estuvimos a crecer juntos. Siempre me dice que por qué no me cambio de trabajo, que estoy poco en casa, que me echa de menos. Lo dice desde su ingenuidad, y yo debería de romper el envaramiento pudoroso de los adultos y reconocerla más a menudo de lo que lo hago que yo también la echo mucho de menos.
Es mi fan número uno sin haber leído ni una sola línea. Me pide insistentemente que escriba algo para niños, y aunque me siento completamente incapaz, lo estoy intentando.
Cuando salió mi novela a la venta, se pasó varios meses diciendo que quería ser escritora, y se pasaba las horas muertas escribiendo y dibujando cuentos.
Es una niña feliz, fuerte en algunos aspectos porque ya ha vivido lo suyo, pero extremadamente sensible. Me da que le va a tocar sufrir lo suyo.
No creo en dios, en ninguno, pero si hace falta les pediré a todos juntos y por separado que siga igual de sana que ahora está.
Hace ocho años me cambió la vida. Y no es una licencia poética, ni una metáfora, ni una exageración propia de un fabulador compulsivo como yo. Es la pura realidad.
Beatriz y yo tenemos una relación muy especial (quien asistiera a la presentación de mi libro creo que podrá dar buena fe de ello). No me gusta ponerle nombre a las relaciones y más de una lo sabe. Me da lo mismo que haya un parentesco determinado (hermanos, sobrinos, nietos, hijos) o una relación específica (amigos, enemigos, novios, ex). No suelo hacerle caso a esas palabras porque sólo sirven para encorsetar. Las relaciones suelen ser más libres y ricas que las palabras que torpemente las intentan definir.
Beatriz es mi sobrina y yo su tío, vale, pero la vida, la suya y la mía, han hecho que en estos ocho años hayamos vivido muchísimas cosas juntos. Algunas muy buenas y algunas bastante duras. A los dos nos cuesta vernos tan poquito como nos vemos ahora, acostumbrados como estuvimos a crecer juntos. Siempre me dice que por qué no me cambio de trabajo, que estoy poco en casa, que me echa de menos. Lo dice desde su ingenuidad, y yo debería de romper el envaramiento pudoroso de los adultos y reconocerla más a menudo de lo que lo hago que yo también la echo mucho de menos.
Es mi fan número uno sin haber leído ni una sola línea. Me pide insistentemente que escriba algo para niños, y aunque me siento completamente incapaz, lo estoy intentando.
Cuando salió mi novela a la venta, se pasó varios meses diciendo que quería ser escritora, y se pasaba las horas muertas escribiendo y dibujando cuentos.
Es una niña feliz, fuerte en algunos aspectos porque ya ha vivido lo suyo, pero extremadamente sensible. Me da que le va a tocar sufrir lo suyo.
No creo en dios, en ninguno, pero si hace falta les pediré a todos juntos y por separado que siga igual de sana que ahora está.
Moco loco, te quiero. ¡¡¡Muchísimas felicidades!!!
30 comentarios:
Es de la quinta de mi hija la mayor. Está en una edad en la que los niños te empiezan a enseñar cosas, y cosas muy serias. Yo últimamente no paro de aprender.
Felicidades y besitos para ella y dile que le dé un abrazo a su tío, de mi parte.
Estilografic, ya decía yo que se me olvida algo en la entrada, leches, que ando muy despistado. Y es eso, qué tío/padre más listo eres, coño, que no paro de aprender a su lado.
Gracias por el apunte y por el abrazo que a buen seguro me dará.
¡FELICIDADES A LOS DOS!
:D
A la niña y al tío mocoso éste, digoooo...
XD
¡Feliz Navidaaaaaaaad!
PETONS
Irreverens, hay que joderse con tu nuevo yo, que fuerte que vienes, jajajaja. Me gusta. En el blog de estili tirándose ventosidades y en el mío llamándome mocoso. XDDDDD
Bon nadal!
Petons.
Irre: gracias, un detalle lo de felicitarnos a los dos.
¡Ah!, que no te referías a mi, sino al tío y a la sobrina. Vayapordios.
Mariano: es Rafa, no Bon. El tenista digo.
Estilografic, es que mi dominio del catalán deja mucho que desear.
Bon Jovi! (ahora sí, ¿no?)
Ahora sí.
Ahora no, coño, que se me ha olvidado la segunda parte:
"Bon Jovi y Rafa Nadal" (que traducido para los que no seáis catalanoparlantes es "Feliz navidad y próspero año nuevo".
¡¡Ay, que no puedo más de tanto reírme...!!
:D
Me voy a "marujear" un rato, a ver si se me pasa el hipo, ¡jijijiji!
Bon Nadal a tothom i més petons.
Hala.
Cabrón, has conseguido que se me salten las lágrimas. Y hasta que se me olvide la política vecinal...¡cómo me gusta mi zurdo tierno!
Y sí, con los enanos se tienen una relación muy especial, mucho, y nos salvan la vida...
Hay cosas en la vida que cuando uno las tiene cerca, le hacen comprender cosas que hasta ese momento no sabía. Los niños son una de ellas, sin duda.
Bon jovi también para todos.
Mexileña y Clandestino, abrazo fuerte.
Felicidades por este cumple tan especial. No hay amor más verdadero que el de la familia.
¡¡FELICIDADES BEITA!! Parece mentira que como dice estilo, muchas veces los niños sean más sabios que los adultos jeje. Disfruta mucho de la peque en estos días si la ves.
Un beso a los dos zurdetes
Bueno, qué puedo decir yo, si también son mi debilidad...
Que lo disfruteis lo más posible, hay riquezas que no se compran con dinero ni se guardan en bancos, pero cunden más.
Besos.
palanganita pa' las babillas..... jejeje felicidades a la nena!
Pues eso, feliz cumpleaños. Y un abrazo para ti. Y otro para cada uno de vosotros. ¡Feliz Navidad!
Muchas felicidades por la parte que te toca, tío feliz (y zurdo). Sé de lo que hablas con eso de que no crees en etiquetas parentescas. Hay gente que no entiende las panzadas de llorar que me estoy metiendo por la muerte de una tía de mi ex-marido.....y es que el amor y el afecto no entienden de etiquetas ni de lazos familiares.
Un abrazo fuertote para tí, me has emocionado.
De haber tenido sobrinos, hubiera intentado ser tan buen tío como tú.
Petonets/petonassos ( besitos/besazos, para los que no seáis catalanoparlantes, en la intimidad de la calle Génova)
Pues mira, aunque llegue tarde y casi el día se ha acabado, dile que yo también la quiero mucho (lo siento, es que tiendo a querer a los que quieren mis queridos...uys que lío, pero tu me entiendes verdad?)
Besitos
Mariano, recoge la babaaaa.
La verdad es que es como para que se caiga la baba y lo que sea. Una conexión entre un adulto y un niño es alucinante. Y además, como dice Estili, se aprende un montón.
Besos
Jopé, por qué tengo que estar ausente siempre en estos días tan especiales.....
Conozco esa conexión, yo la tengo con mi chiqui. Dale un beso enorme a Beatriz, porque ocho años no se cumplen nunca más, y otro para ti.
Muchas felicidades guapos!!!
Quiero un sobrino leches. Me encantan los niños. Son los verdaderos árbitros de la vida. Tan inocentemente objetivos y tan "espóngicamente sabios", nadie aprenderá más de tí que ellos.
A cuidarse
AAAh y Muchas Felicidades...
¡¡Muchas felicidades para la zurdita y un besote para el tito Mariano!!
Recuerdo mis ocho años, cuando quería cambiar el mundo. Ahora, el mundo me quiere cambiar a mí. En fin... Felicidades, Beatriz (precioso nombre). La flor de la vida.
Y a ti, Mariano, espero que estas navidades sean las más zurdas de tu zurda vida.
Un abrazo bloguero.
¡Mariano de mis entretelas! Deja una de venir durante un tiempo al barrio y cuando llega se lo encuentra todo cambiado, tanto que me siento perdida en sus callejuelas. Voy a darme una vuelta por el mismo, a ver si em entero de que es eso de los cuatro o la amno alzada o qué sé yo.
bank
Cómo no querer a una niña así, a alguien que tiene un caracol por mascota, que quiere ser escritora y que te pide que escribas algo para niños...
Beatriz, muchas felicidades y qué maravilla que tu sonrisa diga vida y tu ser hable claridades
Un besote y dile a tu tío que ya está bien de chulear de sobrina!
Muchísimas gracias a todos de parte de la Zurdita y del tío Zurdo
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