Hacía mucho que no escribía una metrohistoria, pero metrodemadridinforma se empeña en aparecer en mi humilde blog cada poco tiempo. Esta vez la razón es…
Resulta que me dispongo yo a regresar hoy a mi casa después de un largo y duro día de trabajo en la Clandestina. Hasta aquí, todo normal. Como cada día, libro en mano (ahora estoy con Crematorio, de Rafael Chirbes) procedo a entrar en el metro.
Temperatura exterior a las 20, 30 horas: treinta y tantos, grrr.
Bajo al andén y, por suerte, la temperatura es bastante más agradable. A estas horas en las que muchos salimos del trabajo, la frecuencia de los trenes es insuficiente y enseguida el andén se llena de gente, casi todos con el gesto agotado. Sí, sí, lo sé, hasta ahora no he contado nada que no se sepa.
Llega el tren. Tampoco es que venga, como si hubiera atravesado la tierra, de Tokio, pero me parece que me tocará ir de pie.
Entro en el vagón y un bofetón me recibe. No, no es que alguien haya decidido cumplir a rajatabla el famoso “Dejen salir antes de entrar” a hostia limpia. Me recibe un bofetón de calor, concretamente.
Sorpresita al canto, el aire acondicionado está estropeado o roto, que a efectos corpóreos, es lo mismo. Nada más entrar veo rostros congestionados y huelo la macedonia de sobacos típica de estas horas: sobacos faltos de higiene de por sí, sobacos trabajados en la obra, sobacos equinotroyanos aderezados con desodorante insuficiente o exagerado… Hoy esta mezcla se ve incrementada (para mal) gracias al calor sofocante.
Como puedo, sigo leyendo (como puedo porque estoy de pie, semiaplastado y empezando a sudar a chorros). Por suerte, y sin malas artes, consigo sentarme a la siguiente parada.
El calor dentro del vagón aumenta; o la tolerancia disminuye. No es la primera vez que pasa, pero lo de hoy es insoportable. Se entablan conversaciones solidarias entre desconocidos cagándose en todoloquesemenea (que se menea todo menos el aire).
Un violinista suburbano se corta la carótida con el arco al darse cuenta de que si llevara una nevera con agüitas frescas recaudaría en dos minutos lo mismo que en un par de años arañando las cuerdas.
En la siguiente parada es un músico andino el que se introduce, vía rectal, la quena que se disponía a tocar. Ve desesperado como todo el mundo se abanica como puede con los periódicos gratuitos. “Ya lo decía mi madre, menos vida bohemia y más seguir con el negocio familiar de abanicos”.
Abanico. Soy un afortunado porque mi vecina de asiento porta uno y lo mueve con garbo. Temo por mi vida porque varios pasajeros me miran con envidia, con odio diría yo.
El ambiente sáunico gana en densidad. Tanto que se convoca espontáneamente un concurso de miss y mister camiseta mojada. Multitud de pezones salen a relucir para votar o para ser votados.
Todo el mundo suda. Miro a mi alrededor y constato una vez más que el sudor resbalando por algunos cuerpos es de lo más erótico y, en otros, es de lo más repugnante. Agradezco que en este vagón no haya ningún espejo (e ignoro las miradas que se dirigen a mí y que podrían ejercer como tales).
Aturdido por la mezcla de olores, sudores y vapores casi me salto mi parada. Salgo al andén y una ola de surfista refresca a todos los afortunados que hemos llegado a nuestro destino.
Con otro talante, salgo del metro y camino hasta mi casa. Dado como soy a las reflexiones abzurdas, no pierdo la ocasión para buscar una explicación al calor vagonil:
a) Metrodemadridinforma se une solidariamente a las medidas anticrisis y ha decidido ahorrar energía cortando el aire acondicionado.
b) La Consejería de Sanidad de Madrid pretende acabar con el virus de la gripe A por evaporación.
c) Nuestro querido Ruiz Socavón, alcalde de la cosa, nos somete a un tratamiento adelgazante para preparar nuestros cuerpos para Madrid2016.
d) El metro se ha estropeado una vez más; sin más.
A ver niños y niñas, gritad todos conmigo: ¡la d, la d!
Y todavía hay gente que me pregunta por qué escribí un libro en el metro y sobre el metro… Pero este es otro cantar que desarrollaré en mi siguiente entrada de autobombo, aviso, que hace tiempo que no me autobombeo, hombrepordios…
1 de septiembre de 2009
Calor suburbano
Publicado por Mariano Zurdo en 23:41
Etiquetas: Metrohistorias
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21 comentarios:
tengo la suerte de no viajar en metro,ya que al trabajo voy caminando. la verdad que es un cuadro dantesco lo que vives en el metro.
agradezco tu visita y comentario ,nos estamos leyendo un abrazo
Pinta maravilloso, jajajaja.
A ver si al menos mañana funciona el aire acondicionado.
Besosssss
avemaríapurísima...
Qué atrocidad, oiga.
¿De verdad que salieron vivos, o es usted un espectro?...
Volveré a leer el autobombeo...yo hace tiempo que no me autobombeo; eso sí, bombeo mal y auto menos...debe ser eso...
y en ocasiones es como si estuvieras en la sección de congelados del carrefur,
un beso
la d, la d!!!
Y oyes... que en provincias aunque no tengamos metro, lo de los sobacos está a la orden del dia eh??????
;)
Besicos con desodorante
Que bueno Mariano y eso que al principio casi vomito con tanto sobacos.
El libro tiene que estar genial.
Supongo que darás con quien soy.
Qué quieres, si vas leyendo "Crematorio", lo lógico y normal es que pases calorcito. Te lees "El corazón helado", de Almudena Grandes, y ya verás qué fresquito.
Jajajajajaja Estili
A mí me cogió una situación similar hace unos año muy temprano por la mañana y me dió una lipotimia de esas buenas... menos mal que iba con mis padres y al verme blanca como la leche me sacaron unas paradas antes... hiciemos el resto del camino andando por arriba... y mucho mejor. :)
Daniel Edmundo, a mí me encanta el metro, a pesar de las averías y los apretujones. Para un aprendiz de escritor, es un escaparate lleno de musas y musos.
Leo, en el primer viaje mañanero sí, sin alardes pero funcionaba.
Alena.Collar, soy un espectro. Zurdo, eso sí, XDDD
Maite, pues sí, como he comentado muchas veces en el metro puedes dilatar y encoger varias veces al día, jajajaja
Belén, desde luego que el hedor sobaquil es universal, grrrr
Viernesalasdiez, sé quien eres, sé quién eres. No sé si hoy podré acudir a la cita en las ondas pero lo intentaré.
Estilografic.blog, ¡leñe, es verdad! Pues hoy me llevaré para leer “El zurdo liga con todas las macizorras de la línea 1 incluido el trasbordo con la 9”, a ver qué pasa…
Wen, me sé de otra que ha sufrido alguna lipotimia en el metro también…
Besitos/azos
A ver...
Muy bueno Mariano!, no lo dejes xiqui que tienes buena mano con las teclas...
Y me paso por aquí para saludarte y enviarte un besito en mi retornoooo!!! xD
Muakis.
Arwen
Estilografic, ya te contaré, pero me da que algunos libros tienen más fuerza que otros...
Arwen, mis teclas te saludan efusivas.
Casi memareo con lo de los sóbacos... Para el próximo año si ando mal de pelas te copiaré la idea de vender agua y abanicos en el andén, me ha encantado ;P
dirty saludos¡¡¡
Joer,que me parece haber entrado en la linea C. Constitucion - Retiro,otras latitudes mismas miasmas
Mariano: oye que sabía yo que habías estado en Asturias, pero es que casi nos tropezamos majo¡¡¡ porque yo he hecho una ruta prácticamente similar sólo que en lugar de alojarme en Poo, me alojé junto a la Mahou gigante, en fin...
Pues eso, que he pasado un verano estupendísimo y cabralesco para regresar y encontrarme un paraíso de características agobiantemente conocidas y alguna que otra circunstancia desagradable.
He estado bastante liada y sigo durante una semanilla más...me tengo que pasar a verte...
Un abrazo y un beso.
Tu tienes tus metrohistorias y yo mis historias cotidianas en el autobús, y bajo tierra o sobre tierra, llegamos a la misma conclusión la d) sin duda.
Un abrazo
efectivamente, la d tiene que ser.
Ja, ja, ja... otra historia sin desperdicio.
Te mando un poquito de fresco desde aquí.
besotes
Mariano te recomiendo mantener en forma tus super "patitas" a base de bicicleta...Tb es una gran fuente de inspiración...puedes ver detalles k a velocidad metro se te escaparían...claro k en Madrid pocos carriles bici ví yo...Saludets...
Creo que el tío de "el último superviviente" estaba preparando un programa sobre cómo sobrevivir en el metro sin aire acondicionado. De momento está en fase entrenamiento, que un reto como ese no es para novatos.
Jajajajajaja (soy otro de los deprisas, no es que desvaríe). A mí me ha parecido de lo más gracioso. En la parte de la "ensalada de sobacos" ya me estaba riendo y la sonrisa no se me ha marchado hasta el final. Sí, ya lo sé, está muy feo reirse de las desgracias ajenas xDDDDD
Si supieras amigo Mariano lo bien que lo estoy pasando a las 15h cuando cojo el metro y cambio de línea de la 10 a la 7 en Gregorio Marañón... ¡Debo llevar una cara de oficial nazi de mucho cuidado!
Resulta que vuelves de vacaciones con el jodido síndrome post-vacacional y te encuentras la línea 6 cortada justo en el trayecto de 2 jodidas estaciones que hago...
Lo que fue ya de "mascletá mayor" de las Fallas de Valencia fue cuando pusieron aquellos anuncios de sugerencias de hacer deporte ante las averías de las escaleras mecánicas. ¿Será para imitar el humor inglés y se nos pegue algo de Londres, para conseguir las olimpiadas? Encima cachondeo.
Sueño con el día en el que pueda ir a trabajar andando, porque creo que será más factible que soñar con el día en que no tenga que ir a trabajar.
Un abrazo zurdo, diestro, y sobre todo atlético!
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